Temas de Empresa & Familia

Los centennials, una generación que irrumpe en el mercado laboral

 

Se denomina centennials a quienes nacieron en el siglo XXI. Los integrantes más grandes de esta generación están empezando a integrarse en el mundo del trabajo. Veamos cuáles son sus características. 

 

1.- Son nativos digitales: han nacido con Internet y son intuitivos con las nuevas tecnologías.

2.- Son prácticos: les interesa mucho más la seguridad de un salario que a los millennials.

3.- Son competitivos por naturaleza: prefieren ser juzgados por sus propios méritos que en conjunto.

4.- Sin lugar y sin horarios: el trabajo no se ciñe a la oficina, cualquier momento puede ser ideal para conectarse y trabajar.

5.- Tienen ganas de crear: llevan lo de ser emprendedores en la sangre y son altamente proactivos.

6.- El multitasking (multiplicidad de tareas) es como respirar: computadora, móvil, Tablet, libro, app…lo tienen todo a la vez!!!

7.- Siempre quieren más: se reinventan aprovechando todo como una oportunidad para aprender.

8.- La educación tradicional, en segundo plano: prefieren opciones más prácticas, rápidas y trasladadas a la vida real.

9.- Ellos van primero: huyen de esquemas laborales rígidos que no les den prioridad a sus necesidades personales.

10.- Trabajar duro, disfrutar intensamente: no les asusta el trabajo duro, pero esperan ser recompensados por ello.

Fuente: infojobs.net

 

 

 

PDA: una experiencia enriquecedora

 

Una destacada psicóloga especialista en organizaciones describe su experiencia con PDA (Personal Development Analysis) y sus aplicaciones, para tener organizaciones más sólidas, cuyos integrantes sean conscientes de sus diferencias, y también de sus posibles sinergias.

“Conócete a ti mismo”.

Esa frase que estaba inscrita en el pórtico del templo de Apolo, en Delfos, fue adoptada por Sócrates como principio y fin de la sabiduría humana.

Sócrates pregonaba que antes de comprender al mundo, o conocer al otro, es elemental conocerse a sí mismo. Sócrates se refería a un conocimiento objetivo, realista en el que la persona se percibe a sí misma como es y no como quisiera ser, ya que sólo en la aceptación de sí misma, en el aquí y ahora, podrá formularse y llegar a ser lo que pueda y quiera llegar a ser. El autoconocimiento es el camino.

Para conocerse profundamente, potenciar las fortalezas y trabajar en los aspectos de mejora será necesario mirar hacia adentro, descubrirse y concientizarse.

Los líderes de hoy, en general, tienen capacidad y conocimientos,  pero muchas veces no demuestran firmeza emocional para lidiar con la realidad de la organización o gestionar personas.

Cuando el líder se conoce, acepta y administra sus oportunidades de mejora, logra ser firme y justo con sus colaboradores.

El autoconocimiento es una poderosa herramienta para seguir evolucionando en la vida.

 

 

Por esa razón, en mi práctica profesional, en el área de consultoría de Personas, dentro de las empresas de familia, me valgo de una interesante herramienta: el  PDA (Personal Development Analysis).

El PDA es una evaluación que, a través de una metodología simple, precisa y científicamente comprobada, permite describir y analizar el perfil conductual de las personas e identificar sus talentos, sus principales habilidades, sus motivaciones, fortalezas y áreas a desarrollar. Una de las principales aplicaciones es poder diseñar programas de acompañamiento y desarrollo de personas a medida de las necesidades personales de cada uno, en función de lo que su puesto requiere.

En el largo tiempo que vengo utilizando el PDA, en condición de Consultora Certificada, escuché este tipo de comentarios:

  • “Wow! es impresionante, es como si me conociera”,
  • “Cómo puede ser que con algo tan simple me de toda esta información!”,
  • “Realmente quedé impactado”, “Ese soy yo!”.

La experiencia PDA, me sigue resultando sorprendente.

De las devoluciones realizadas, prácticamente la totalidad logra identificar y ayuda a tomar conciencia acerca de aspectos que son fortalezas del consultante, pero también oportunidades de mejora, y ello permite diseñar estrategias y planes de acción para mejorar determinados aspectos que impactan en el desempeño laboral.

Básicamente, el PDA analiza cuatro ejes: la relación del sujeto con el riesgo, con las normas, su paciencia y su extroversión, y todos ellos a la luz de su capacidad de autocontrol.

La manera como se articulan estos ejes en cada persona en particular da como resultado una serie de observaciones y recomendaciones, que, en una etapa posterior, pueden analizarse en conjunto con otras personas de la organización, para entender cómo se generan los vínculos…y también los des-vínculos, las oposiciones, los conflictos, etc.

¿Por qué es tan importante conocerse?

A partir de entender el perfil natural de cada uno, y su perfil adaptado a las exigencias de la actividad laboral y profesional, es posible entender acciones a realizar para mejorar las relaciones, y obtener la mayor eficiencia por parte de cada uno.

El PDA ayuda a comprender, sin juzgar ni criticar,  las diferentes formas de ser en el mundo, vinculando e integrando equipos de trabajo, y favoreciendo la construcción de relaciones más armónicas.

 

Es tan efectiva esta herramienta, que muchas empresas la utilizan también en los procesos de selección de personal e identificación de talentos.

Las empresas están cada vez más orientadas a implementar procesos de selección eficientes, dado que la selección del candidato inadecuado genera  muchos gastos innecesarios e impacta en el clima laboral.

Incluir el PDA permite visualizar claramente a nivel conductual un posible candidato. Esto permite minimizar los tiempos y recursos en los procesos de selección, y agregar un enorme valor, al  poder generar informes online de compatibilidad de candidatos contra las demandas conductuales de cada puesto.

Concluimos con una frase que, no por conocida, es menos necesario recordar: Conocerse es el primer paso para alcanzar resultados a otro nivel

 

Andreína Tramannoni es Psicóloga Organizacional, Consultora Certificada PDA ®  integrante del equipo de CAPS Consultores. Se desempeña en Rosario y zonas aledañas.

 

 

El comité de dirección y el protocolo familiar

 

Cuando una familia empresaria decide encarar la elaboración de un protocolo familiar, suele tener deseos de orden y continuidad de la empresa familiar. Uno de los grandes hitos del proceso  de elaboración del Protocolo Familiar es la constitución y práctica del Comité de Dirección, una de las claves para el éxito  de la empresa en el largo plazo.

 PARA QUÉ SE HACE UN PROTOCOLO FAMILIAR

La familia empresaria suele encarar el Protocolo Familiar para poner orden respecto de ciertos temas específicos, como por ejemplo:

  • Los criterios de admisibilidad de hijos y sobrinos para participar en la empresa.
  • La relación empresarial con los parientes políticos.
  • La participación de los miembros de la familia en caso de fallecimiento de alguno de los actuales titulares del capital.
  • Las retribuciones de los familiares
  • Los comportamientos que se esperan de los miembros de la familia.

Habitualmente, en ese momento la familia empresaria todavía no avizora el cambio profundo y positivo que puede darse en el modo de dirigir la empresa.

Seguramente, hasta ese momento no ha existido un mecanismo acordado para la toma de decisiones, y, quizás, las cuestiones del día a día estén resultando dominantes y, por lo tanto, son las que absorben todo el tiempo y la energía, mientras se postergan las decisiones estratégicas, que son las que en realidad determinan el futuro de la empresa.

A través del proceso de elaboración del Protocolo Familiar, la familia empresaria podrá resolver todos los temas que históricamente no han sido tratados, y establecer las normas que van a regir las relaciones personales entre sus integrantes, las relaciones laborales o profesionales y las recompensas que a cada uno le habrá de corresponder.

 

 

EL COMITÉ DE DIRECCIÓN, EL DIRECTORIO, LA REUNIÓN DE SOCIOS.

En ese marco, es posible que encuentren algo más: un mecanismo para dirigir la empresa que garantice su continuidad en el tiempo, porque sólo con integrantes de la familia motivados y entrenados para superar situaciones de diferencias de criterio y tomar buenas decisiones, es posible llegar forjar la empresa realmente deseada.

Las sociedades anónimas contemplan un dispositivo de dirección, denominado Directorio; las sociedades de responsabilidad limitada contemplan la reunión de socios, para cumplir esa función.

Sin embargo, en la práctica, tanto el Directorio como la reunión de socios quedan condicionados por el enfoque impositivo y de responsabilidad que en cada momento de la historia se les atribuye: a veces, los directores deben tributar grandes impuestos por serlo; en otros momento, el puesto de Director se ejerce casi sin costo, y hasta se convierte en el modo más adecuado de retirar dinero de la empresa, si el retiro de dividendos se encuentra castigado por el sistema impositivo.

Por lo tanto, a fin de no contaminar algo tan importante, como es la dirección de una empresa Pyme, con cuestiones impositivas o de responsabilidad personal, es que dejamos al contador de confianza determinar cuántos miembros debe tener el Directorio, y hasta quiénes deben ser, pero reservamos las decisiones efectivas de la empresa para que las cumpla un dispositivo específico: el Comité de Dirección.

 

 

Para el éxito del Comité de Dirección es imprescindible que los miembros de la familia empresaria acepten la idea de que, en el futuro, la dirección de la empresa no va a poder manejarse de la misma manera que en el pasado.

Si hay un líder único que toma decisiones;  o si hay feudos que no se relacionan entre sí (un hermano a cargo de cada área, pero sin intercambio de ideas o información), o en cualquier otro supuesto en que no exista una dirección con reglas claras, es imprescindible establecer una nueva manera de relacionarse en la empresa.

El primer punto, en consecuencia, consistirá en establecer el por qué y el para qué del Comité de Dirección. En otras palabras, cuál es su misión, cuál es su razón de ser.

El punto siguiente consiste en determinar de común acuerdo qué va a lograr la empresa, y la familia empresaria, a través del funcionamiento sistemático del Comité de Dirección.

Acto seguido, deberá definirse quiénes van a participar en este nuevo dispositivo. Todos los miembros de la familia que se desempeñan en la empresa? Los que actualmente son titulares de capital? Los que tienen alguna función gerencial?

 

 

Luego, hay que definir pautas de funcionamiento:

  • Con qué frecuencia
  • En qué horario
  • A lo largo de cuánto tiempo
  • Cómo se establece el temario
  • Quién coordina la reunión
  • Cómo se realiza el seguimiento de los temas abordados.

Todo lo expuesto debe ser materia de un acuerdo entre los integrantes de la familia empresaria, para el cual es necesario tener en cuenta los dos grandes límites: por un lado, hacer del Comité un espacio demasiado exclusivo, lo divorcia de muchos miembros de la familia, en caso de que no haya una política participativa en funcionamiento; por el lado opuesto, una actitud demasiado abierta, y una invitación incondicionada a formar parte del Comité de Dirección, puede llevar a que sea un organismo burocrático, sin un sentido real de compromiso de parte de sus integrantes, y, por lo tanto, condenado a desaparecer en poco tiempo.

 

 

 

El desarrollo de la Planificación Sucesoria en Argentina

 

Desde la publicación de Pensar la Herencia en 1995, y la fundación del Consejo Argentino de Planificación Sucesoria Asociación Civil, se ha recorrido un largo camino, que permite a las personas tomar las mejores decisiones respecto de su patrimonio y sus valores inmateriales más importantes.

¿Qué es la Planificación Sucesoria?

 Básicamente, consiste en tomar los asuntos de la vida teniendo en cuenta la posibilidad del retiro y la certeza de la muerte.

Una definición más completa requiere centrarse en un sujeto, el heredante, es decir, todo aquel que alguna vez será heredado, y que, por lo tanto,  toma medidas para prevenir conflictos y prever el futuro de la mejor manera.

Desde esa perspectiva, la Planificación Sucesoria es “un conjunto de estrategias para que la transmisión hereditaria responda a los intereses y deseos del heredante, y las necesidades de su entorno afectivo, en un marco de equidad”.

La ley, la educación y la práctica

Mucho ha evolucionado la ley desde aquel puntapié inicial de 1995, con Pensar la Herencia y con una definición de Planificación Sucesoria en la Enciclopedia Jurídica Omeba.

A título meramente enunciativo:

  • El nuevo Código Civil y Comercial brinda nuevas posibilidades para planificar la sucesión, porque brinda un mayor margen de libertad al heredante: el que tiene hijos, puede disponer libremente del 33,33 % de su patrimonio, frente a apenas el 20 % con el viejo Código Civil; quien no tiene hijos, pero tiene a sus padres, puede disponer libremente de la mitad del patrimonio, en tanto que antes sólo disponía de la tercera parte.
  • También se establecen las pautas en función de las cuales un heredero puede adquirir bienes de la sucesión, a través de la figura de la licitación.
  • Al permitirse diferentes regímenes matrimoniales, y al dar la posibilidad de los convenios de convivencia, el Código genera distintas alternativas para el manejo del patrimonio en la pareja, tanto mientras ambos viven, como después del fallecimiento de alguno de ellos.

 

Por otro lado, cada vez con mayor asiduidad se ofrecen cursos y diplomaturas de Planificación Sucesoria.

Diversos profesionales (en especial, abogados y escribanos) incluyen la Planificación Sucesoria entre los servicios que ofrecen a sus clientes.

Todo ello nos lleva a un cuadro de expansión de la práctica, que seguramente se habrá de multiplicar en los próximos años.

Los cuatro pilares 

Identificamos cuatro pilares fundamentales de la Planificación Sucesoria, que abarcan las motivaciones disímiles de las personas, a cada edad y en cada circunstancia de la vida, para planificar:

  • La protección
  • La armonía
  • La proyección
  • La trascendencia

Los analizaremos por separado:

La protección 

Significa arbitrar los medios necesarios para que:

  • Los seres queridos no sufran un deterioro en sus condiciones materiales de vida como consecuencia de la desaparición de su proveedor de ingresos.
  • El patrimonio no se vea afectado por un impacto impositivo derivado del fallecimiento del titular.
  • En caso de que el heredante tenga una larga sobrevida sin generar ingresos, que esto no produzca una alteración en su calidad de vida y en la de su familia.

 

La armonía

Consiste en adoptar medidas tendientes a:

  • Evitar conflictos entre miembros de la familia.
  • Definir los principios éticos del heredante, que, en general, se basan en:
    • Mantener la igualdad entre los hijos.
    • Propender a la equidad, tendiendo a compensar situaciones de diferencia.
    • Premiar el mayor esfuerzo de algunas personas.
    • Compensar por la presencia y asistencia recibida de algunos hijos u otros seres queridos, en especial en la vejez o durante una enfermedad.
    • Compensar a quien haya sido afectado por los condicionamientos de la vida (por ejemplo, un hijo que padece una enfermedad incapacitante, o algún ser querido que tuvo una mala experiencia matrimonial y, por lo tanto, tiene una vida poco feliz, aunque tenga los recursos económicos para sustentarse).
  • Dar a cada uno lo que le corresponda sobre la base de los principios éticos del heredante.
  • Tratar de armonizar tales principios del heredante con lo que puede ser aceptado por los herederos, lo que ayudará a evitar un mal recuerdo en el marco de los afectos. En otras palabras, intentar soluciones por consenso.

 

 

La proyección 

Entre los valores más apreciados de una persona se encuentra lograr que sus propios proyectos puedan seguir adelante.

En el caso de las empresas esto ocurre cuando algún individuo se plantea cómo conseguir que se continúe más allá de su esfuerzo personal, tratando de evitar con ello que la organización padezca el impacto de la falta de su aporte personal.

En esos escenarios, el empresario se está planteando su propio exiting, o sea, la estrategia para la salida personal de la empresa y la búsqueda de personas comprometidas para poder llevarla adelante.

Pero también está comprendido el riesgo de no poder retirarse: de que, por alguna contingencia, una persona no pueda seguir adelante con su empresa o con sus proyectos.

“Empezar con el fin en la mente” es un sano principio que implica poder prever las contingencias, e imaginar la manera de resolverlas.

La trascendencia

Sea a través de actos filantrópicos, o de la consolidación de ciertos proyectos personales, lo cierto es que satisfacer las necesidades de trascendencia significa responder de la manera más efectiva posible a algunos de los valores más importantes de los seres humanos.

Trascender significa, por ejemplo, que el propio nombre bautice un proyecto, o que el esfuerzo del presente rinda sus frutos en el futuro lejano (por ejemplo, al garantizarse la educación de los nietos o de los bisnietos).

Muchas veces, quienes se focalizan en el pilar de la trascendencia, ya tienen íntegramente resuelto el pilar de la protección.

 

 

CONCLUSIONES

Uno de los grandes desafíos de Pensar la Herencia fue lograr que el libro no se quedara solamente en un aporte intelectual, sino que sirviera para la acción.

Recorrimos desde entonces un largo camino, que, día a día, concita la atención de más personas, dispuestas a tomar acción en función de cuestiones realmente importantes: la protección del patrimonio y de los afectos.

Si quiere conocer o  profundizar en el tema, consulte: Manual de Planificación Patrimonial y Sucesoria para Asesores de Seguros de Vida, Leonardo J. Glikin, Aretea Ediciones, 2016

 

 

Tareas críticas y alerta temprana

 

Es imprescindible entender que hay determinadas tareas cuyo incumplimiento da lugar a consecuencias significativas, y que, si no pueden cumplirse en tiempo y forma, es necesario emitir una alerta temprana.

  • Todos esperando a José, que era el único que tenía llave…y llegó media hora tarde! –
  • No podemos hacer el despacho hasta contar con la aprobación de Gabriela, que es la Gerente de Comercio Exterior, pero ella aprovechó que el miércoles era feriado, y se tomó toda la semana sin dejar a nadie en su reemplazo -.
  • Hasta que el Comité no decida la nueva lista de precios, no tenemos manera de salir a vender –

Podríamos seguir escribiendo varias hojas de tareas que, si no se cumplen en tiempo y forma, generan un daño extraordinario a la organización, ya que se detienen procesos, se altera una rutina de producción, o se afecta la productividad de otros. 

Es habitual que nos encontremos con este tipo de situaciones, bajo la forma de reclamos, en el marco de los procesos de consultoría en empresa y familia.

Algunas veces, lo que está en juego es la falta de compromiso de algún partícipe; en otros casos, su falta de entrenamiento para hacer las cosas en tiempo y forma. Pero, en la mayor parte de los casos, nos encontramos con un verdadero desconocimiento de dos conceptos fundamentales:

  • Las “tareas críticas”.
  • La “alerta temprana”.

 

¿Qué son las tareas críticas?

Son aquellas cuyo incumplimiento en tiempo y forma resiente la facturación, la rentabilidad, el prestigio o la organización de la empresa, o afecta en forma directa a un cliente o grupo de clientes.

¿Cuáles son las tareas críticas en una empresa concreta, y en un momento determinado?

Por definición, son cambiantes. Lo único que no cambia, es que cuando una tarea es crítica, su incumplimiento arroja como resultado un daño.

Pautas organizativas

Es conveniente que se señalen especialmente las tareas críticas, que haya consenso entre la Dirección y quienes las deben cumplir, y que se adopten los mecanismos necesarios para lograr que sean cumplidas con prioridad.

Asimismo, y como manera de prevenir la contingencia, resulta conveniente estructurar un sistema por el cual, en caso de que el responsable principal de la tarea crítica no pueda cumplirla, alguna otra persona acuda en su reemplazo.

A su vez, y a fin de mejorar la calidad del servicio en forma sostenida, es conveniente llevar un registro de las actividades críticas, a quiénes fueron confiadas, y el resultado obtenido dentro del plazo que se fijó.

El reiterado incumplimiento de actividades críticas daría lugar a la separación de la persona involucrada de ese tipo de gestiones, dado que su actitud resultaría muy peligrosa para el desarrollo de la empresa.

 

 

A su vez, al saber que está comprometida con una actividad crítica, todo integrante de la empresa debería solicitar ayuda en caso de no poder cumplir en tiempo y forma, dado que su principal obligación debe ser velar por los intereses de fondo de la empresa, y lograr el cumplimiento de los objetivos, aunque su realización deba compartirse o derivarse a otro integrante.

Si lo expuesto es significativo en general, mucho más cuando se trata de integrantes de la familia propietaria, dado que tienen que dar el ejemplo de iniciativa y pertenencia a todos los restantes integrantes de la empresa.

Desde ya, diferenciar a las actividades entre las que son críticas y las que no lo son ayuda a manejar el tiempo de una manera más adecuada, porque permite priorizar actividades, y consecuentemente también delegar.

¿Qué es la alerta temprana?

Quien tiene a su cargo la responsabilidad de llevar adelante una actividad no es el “dueño” de esa actividad. Solamente, es el delegado para cumplirla.

Por lo tanto, parte de su compromiso con el equipo de trabajo debe consistir en  dar una alerta temprana, en caso de que, por algún motivo (propio o ajeno) la tarea no pueda ser cumplida en el tiempo y la forma establecida.

De esta manera, quien le haya formulado la delegación (el Director del Proyecto, el Gerente, el Jefe directo) estará en condiciones de:

  1. a) Asumir el desvío.
  2. b) Arbitrar los mecanismos correspondientes para corregir el desvío (mediante la incorporación de nuevos recursos, por ejemplo).

¿Cuándo debe darse la alerta temprana? Apenas la persona que está a cargo de la ejecución advierte que ésta no podrá ser cumplida en tiempo y forma.

 

 

Un ejercicio para cambiar conductas

Como ejercicio para identificar las tareas críticas y habituarse a emitir alertas tempranas, se propone lo siguiente:

  • Armar un grupo de no menos de tres a seis personas, con niveles de responsabilidad similar en la empresa
  • Cada uno repasará las actividades cumplidas en los últimos quince días en la empresa, e identificará

1.- Cuáles de ellas eran críticas.

2.- Por qué razón.

3.- Cuáles no eran críticas.

4.- Si quedó alguna actividad crítica sin cumplir.

  • Posteriormente, cada cual armará su agenda de actividades de los próximos quince días, y dividirá las críticas de las que no lo son. Pondrá fecha de cumplimiento a cada una de las actividades, y contestará las siguientes preguntas:
  1. Estoy en condiciones de cumplir todas las actividades críticas en tiempo y forma?
  2. Cuáles deberían ser las consecuencias, tanto si lo logro como si no lo logro?
  3. Cuál es mi plan de emergencia, para el caso de no poder cumplir alguna actividad crítica?

 

 

Luego, compartirá sus observaciones con los demás participantes, con el fin de extraer conclusiones.

Esas conclusiones tienen que quedar por escrito.

A continuación, definirán los modos de realizar la alerta temprana:

  • Medio de comunicación de la alerta temprana
  • A quiénes debe transmitirse.
  • Anticipación deseable
  • Fundamentación requerida como indispensable
  • Fundamentación recomendada, para la mejor valoración
  • Propuesta de soluciones frente a la contingencia

Tanto la identificación de tareas críticas, como la sistematización del modo de dar alertas tempranas, son aportes de valor, que dan cuenta del interés y compromiso de los participantes, con el éxito de la empresa.  

 

Los millenials, ¿más conservadores de lo que pensamos?

Por Daniel Sánchez Reina

 

Hemos construido entre todos unos clichés sobre patrones de conducta social y laboral de la llamada generación Millenial. Estudios elaborados y publicados recientemente por diversas organizaciones (Harvard Business Review, Manpower Group, Adecco) confirman algunos de esos clichés y desmienten otros.

Repasemos brevemente la clasificación generacional que se suele utilizar en el ámbito profesional:

– Baby Boomers: nacidos entre 1945 y 1964, son los hijos de la Segunda Guerra Mundial. Anhelan un puesto de trabajo estable para toda la vida, trabajadores duros, orientados a la eficiencia en costes, poco adaptables a los cambios y preferencia por el trabajo individual al grupal.

– Generación X: nacidos entre 1965 y 1979, son los llamados inmigrantes digitales. Dotes de liderazgo, sensibles a los estilos directivos, orientados a la consecución de ingresos y no tanto a la eficiencia en costes, les gustan los retos y la resolución de problemas, trabajan bien en equipo. Les incomoda que se les valore por la presencia física en lugar de por los resultados.

– Generación Y (también llamados Millenials): nacidos entre 1980 y 1995, es la primera generación de nativos digitales. Entusiastas, tecnólogos, de espíritu emprendedor, saben cazar las oportunidades al vuelo. Se les considera perezosos, quieren resultados inmediatos, se aburren fácilmente. La estética personal es un valor muy importante. Les incomodan las estructuras excesivamente jerarquizadas.

– Generación Z: nacidos a partir del 1996, aún no incorporados plenamente al mercado laboral.

 

 

Los clichés sobre los Millenials que estos estudios confirman como ciertos son:

  • Necesitan un buen ambiente laboral para ser productivos.
  • Valoran el horario flexible.
  • Prefieren un sueldo ajustado que esté acompañado de un generoso variable. Es un elemento motivacional importante para ellos.
  • Al buscar empleo ponen en valor y dan más relevancia a sus habilidades personales que a las técnicas.
  • Son indiferentes a los liderazgos fuertes o referentes, prefieren jefes con los que se puedan tratar de tú a tú y que les den feedback frecuente.
  • No toleran culturas empresariales rígidas y muy jerarquizadas.
  • Se aburren rápidamente en un mismo puesto de trabajo.
  • El fácil acceso a la información les ha hecho impacientes: quieren ver resultados rápidos, incluso en cuanto a su progresión profesional.
  • Valoran muy positivamente la inversión en desarrollo profesional.

 

 

Sin embargo, los Millenials también presentan las siguientes características, sorprendentes para la imagen que nos habíamos construido de ellos:

  • No sienten tanta indiferencia hacia el dinero como se les atribuye. De hecho, la estabilidad económica es una prioridad para el 70%.
  • Prefieren, en un 70%, la estabilidad laboral a un trabajo que les apasione. Un dato verdaderamente sorprendente, y claramente correlacionado con el punto anterior.
  • Valoran muy positivamente los beneficios sociales aportados por la empresa (seguro de salud, de vida, etc.).
  • Tienen espíritu de superación y son ambiciosos (aunque su tendencia al narcisismo hace que infravaloren el esfuerzo necesario para progresar profesionalmente).
  • Formar una familia es importante para el 40%. Es un dato bastante alto, que sorprende y mucho.
  • A pesar de valorar la conciliación personal y laboral, un 50% considera que estará mejor considerado por su jefe si se muestra como un workaholic. Están dispuesto a hacerlo si es necesario.

 

 

En definitiva, los valores tradicionales que nos cantaba el bolero –salud, dinero y amor– siguen estando muy vigentes. O bien se ha producido un contagio generacional o bien se trata de valores universales y atemporales.

Lo verdaderamente relevante de todos estos datos es que la fuerza laboral que ya está aquí tiene esas características. Sepámoslo, aceptémoslo, y actuemos en consecuencia para facilitarles su ingreso y su progresión en la empresa.

Fuente: https://lideragora.net/2017/03/28/los-millenials-mas-conservadores-de-lo-que-pensamos/

Por gentileza de www.grandespymes.com.ar

 

 

Pymes: ¿”compliance”, a mí ?…

Si bien desde antes de nacer, toda empresa inicia el camino del cumplimiento de las normas, es con su registración formal cuando se produce un primer momento crítico. Comienza allí el camino que la impulsa a cumplir con la normativa legal en general, que se combina con los riesgos propios y ajenos asociados al negocio. Y esto se aplica, también, a la compra de una empresa en marcha, o a la situación de quien hereda una participación en una sociedad.

Nota: este artículo es continuación de Las Pymes ante el fraude y la Corrupción. Ética y Compliance

Nuestra experiencia profesional está plagada de anécdotas donde el “factor sorpresa” juega además, un papel no deseado para el empresario.   

Si bien parecería que el esquema de COMPLIANCE es fácilmente asimilable a la denominada “gran empresa”, lo es mucho más cuando nos referimos a las Pymes,  donde el peso específico y estratégico alcanzado en la economía global, se condimenta con cierta cultura de tratamiento informal en temas de cumplimiento normativo, propios y de terceros relacionados con la empresa.

Es aquí donde la toma de conciencia del valor del COMPLIANCE como herramienta de gestión hace la diferencia.

El nuevo “estado de las cosas” en materia empresarial, más temprano que tarde, confrontará a la empresa pyme frente al espejo del “COMPLIANCE”.

EL COMPLIANCE LLEGO PARA QUEDARSE

Es posible resistirse al COMPLIANCE?

Adelantamos ya la respuesta: No es posible. Estamos frente a un  proceso global que involucra a todos. Además resistirse no es rentable.

 

 

Por qué?

COMPLIANCE es un término que engloba una serie de cuestiones prácticas pero también implica un posicionamiento ético frente a la toma de decisiones que afectan a la organización;  internamente, pero,  por sobre todo,  frente a terceros con poder de influencia sancionatoria.

Nos referimos al Estado en sus diferentes variantes, nacionales, provinciales y municipales, pero también a los organismos internacionales.

Ese poder de castigo se aplicará indefectiblemente sobre el patrimonio de la compañía.

La empresa es por su esencia un ente destinado a interrelacionarse con otros. Un entorno regulado más complejo la expone cada vez más a situaciones críticas, ya sea de su propia organización interna o por el reflejo de la actividad con otros. Por esto resulta imprudente y torna insostenible seguir gerenciando bajo modelos obsoletos, o bien bajo el síndrome del avestruz.

Obviamente el área de COMPLIANCE estará siempre asociada con la actividad que desarrolla la Compañía, su complejidad y al área geográfica en que desarrolla su negocio. Es un traje a medida.

Cabe aclarar que COMPLIANCE NO es Auditoría que reacciona frente al incumplimiento, al hecho ya sucedido.

Si bien ambas disciplinas se avocan al cumplimiento normativo de la organización, COMPLIANCE lo hace desde otro lugar, asociado más a la prevención que al hecho consumado.

 

 

COMPLIANCE supervisa el cumplimiento de normas legales usando como guía el mapa de riesgos.

Además,  COMPLIANCE es parte fundamental del gobierno corporativo, al momento de la toma de decisiones y en la asunción de los riesgos propios de la actividad ya que le permite al empresario luego de identificar los riesgos asociados, prevenir efectos colaterales no deseados.

Más vale conocer que ser sorprendido, más vale prevenir que lamentar. Es mejor enterarse de los problemas primero que nadie.

De esta manera podremos contemplar y analizar distintas estrategias, remedios,  y encarar las defensas legales posibles. Un sólido Programa de Integridad puede mitigar, reducir e incluso evitar sanciones económicas a la Organización.

LAS 10 VIRTUDES DEL COMPLIANCE

 A modo de rápida visión sobre el tema enunciamos las principales ventajas que la aplicación de COMPLIANCE trae a toda organización.

  1. Previene daños patrimoniales, y reduce sanciones económicas,
  2. Permite detectar incidentes de manera preventiva y tomar decisiones “informadas”,
  3. Es una herramienta de gestión de situaciones críticas,
  4. Evita daños reputacionales,
  5. Mitiga efectos negativos frente a hechos ocurridos,
  6. Fomenta la transparencia interna y frente a terceros,
  7. Vigoriza la gestión de riesgos,
  8. Fortalece los circuitos informativos internos,
  9. Permite integrar las políticas, procedimientos y controles dentro de la operativa ordinaria de negocio,
  10. Mantiene actualizada a la organización frente a los estándares de buenas prácticas internacionales.

 

COMPLIANCE COMO FINALIDAD

Un programa de Compliance constituye una finalidad en sí misma. Por lo tanto, lejos está de ser sólo un mero instrumento.

Su valor agregado está dado por su capacidad para promover una cultura organizativa que impulse los comportamientos éticos y el cumplimiento de la Ley.

Por esto, su finalidad no se limita a evitar la sanción penal de la empresa sino promover una verdadera cultura ética empresarial de manera palpable llevándola a los hechos cotidianos.

Una de las finalidades y consecuencias palpables es proteger la inversión de los dueños, prevenir daños colaterales y su efecto patrimonial por excelencia es resguardar los activos y acrecentar el valor de la Compañía.

La asunción de un compromiso ético a través de la implementación de una cultura de cumplimiento, sin dudas posicionará a la Compañía en el mercado y frente a inversores, bancos, entidades financieras y terceros en general.

 

 

 SER O PARECER. LA TENTACION DE COMPLIANCE COMO MASCARA

Toda organización puede pasar en algún momento al acercarse a la implementación de Compliance por la tentación de Parecer, en lugar de Ser.

Existe lo que se denomina como Make-up Compliance o Fake Compliance, cuyo objeto es dar una apariencia a la organización en esta área. Pretende dar una pátina a la organización para generar una apariencia acorde con el deber ser.

El modelo de Compliance que realmente no se aplica y no se nutre de la vida de la Compañía, se transforma en una mera máscara. En la práctica su resultado es inconsistente o nulo al no enraizar y anclar en la médula ética de la organización primero y en su cultura corporativa, después. Por eso el objetivo subyacente de Compliance es que cometida la infracción o el delito, esto sea un hecho eventual y accidental y ante el hecho, la tarea de obtener una reducción de la pena o bien de ser eximidos, sea una consecuencia derivada de  la propia cultura ética empresarial y no una mera estrategia de defensa.

Pero siempre se puede estar peor….

Ello sucede cuando, desnaturalizado, es utilizado para encubrir el incumplimiento normativo o bien para impedir, manipular o desviar investigaciones y sus resultados.

Alertamos que a nivel internacional se planteó oportunamente esta situación como agravante al momento de aplicar sanciones a la organización. Con cierto grado de certeza, es dable esperar resultados similares en los tribunales nacionales.

 

 

EL PROGRAMA DE INTEGRIDAD

El Programa de Integridad es clave a la hora de ejercer la defensa de la Compañía frente a la aplicación de la ley 27401.

Un programa de Compliance a prueba de errores o efectivo al 100% resulta, más que una meta, una utopía frente al cambiante devenir de los tiempos. Por esa misma razón debe ser un instrumento vivo revisado con cierta periodicidad tanto respecto de su eficacia como de su alcance. Debe ser corregido en base a la experiencia.

Dentro de un Programa básico incluímos:

  • Código de ética y Conducta: Es el cuerpo conceptual que sirve de marco para la actividad de la Compañía respetando  la legislación aplicable y los principios éticos de aplicación universal inspirados en  principios de transparencia, la integridad, buena fe  y la honestidad). Es además un verdadero legado de los accionistas a las nuevas generaciones que se sumarán a la Organización.
  • Política Anticorrupción: brinda un marco sistemático de tratamiento y prevención frente a las actividades de la compañía con funcionarios públicos.
  • Política Antifraude: es aplicable a todos los operadores de la Compañía en cualquier modalidad de contratación que actúen en nombre de la Compañía o en representación de la Sociedad. Previene la comisión de delitos y ocurridos gestiona su adecuado tratamiento).
  • Política sobre conflictos de intereses: para prevenir, evitar o limitar el impacto en la sociedad respecto de socios, directores y gerentes y su grupo familiar en sus relaciones con la sociedad.
  • Código de ética y conducta para terceros: para resguardar y fortalecer la cadena de valor y los niveles de exigencia con relación a sus proveedores)

Contar o no con un Programa como el antes descripto, sin dudas impactará en tres áreas sensibles, es decir en la manera que tienen las organizaciones de proyectarse al mercado, en su capacidad de defensa y respuesta frente a situaciones judiciables e inevitablemente en su situación patrimonial

En base a lo dicho a lo largo del camino transitado hasta aquí, la pregunta inicial de este artículo ¿COMPLIANCE, a Mí? ……Tiene una evidente respuesta: Sí.

Y,  cuanto antes, mejor.-

 

 

 

Los valores del consultor de empresa familiar

 

En el marco del VIII Seminario Internacional de Consultores de Empresa Familiar, organizado por el IADEF (Instituto Argentino de la Empresa Familiar) llevamos adelante un taller acerca de los valores que debe sustentar un consultor en la materia.

 ¿Qué son los valores?

Son los principios, virtudes o cualidades que caracterizan a una persona, que se consideran típicamente positivos o de gran importancia por un grupo social.

Teniendo en cuenta que, en el marco de nuestro trabajo con las empresas familiares, nos detenemos profundamente a identificar los valores de la empresa y de la familia, nos pareció necesario favorecer, en un encuentro de actuales y futuros Consultores de Empresa Familiar, una reflexión colectiva acerca de cuáles son los valores inmanentes a nuestra práctica profesional.

Los valores del consultor de empresa familiar

El taller se realizó a través de la discusión en grupos pequeños, que luego comunicaron sus conclusiones al plenario.

Estos son los valores identificados y definidos:

Confiabilidad:

Es el resultado de una serie de competencias, habilidades, trayectoria y referencias que permite ser depositario de confianza

Conocimiento:

  • Formación académica de base
  • Trayectoria como consultor
  • Experiencia específica en empresa familiar
  • Capacitación en empresa familiar
  • Dinámica – actualización
  • Actualización permanente

 

Ética:

Conjunto de costumbres, hábitos y comportamientos propios de una cultura.

Se definen como actitudes éticas del consultor:  

Neutralidad: no juzgar a los participantes del proceso.

Respeto a la cultura empresarial y familiar.

Compromiso:

Definido como “una promesa con otro”, poniendo todo de uno para alcanzar la misión de la mejor manera posible.

Compasión

Consiste en ayudar a eliminar la preocupación, transmitir bienestar, demostrar aprecio, interesarse en los problemas del otro, acompañar, ayudando al cambio de actitud y de perspectiva, para ver el problema desde otro lugar.

Pasión

Deseo que motiva a hacer una actividad con el esfuerzo y la energía necesarios para superar los propios límites, permanentemente.

También se puso de manifiesto la necesidad de que la consultoría de empresa familiar se encare como una práctica interdisciplinaria, lo que significa que, para poder abarcar las complejidades de la familia y de la empresa, se recurra a diversos saberes, que deben integrarse en función del interés del cliente.

 

 

Educarse en empresas familiares

 

Las estadísticas dicen que sólo el 15 % de las empresas familiares pasan exitosamente de primera a segunda generación, y apenas el 6 % se mantienen en tercera generación.

¿Son ciertas? Seguramente, ciertas pero desactualizadas, gracias al valor estratégico de la educación y la consultoría para preservar las empresas familiares a lo largo de las generaciones.

 Hace muchos años, cuando todavía la educación en empresas familiares no estaba tan difundida, un empresario me dijo: – quiero favorecer a mi yerno, que es un pibe bárbaro. Voy a comprar un negocio para que él lo maneje y sea mi socio –.

No parecía muy interesado en mi opinión al respecto, pero igual le dije: – tenés dos hijas y un hijo…cuál es tu plan de apoyo a los otros parientes políticos? –

  • Mi hija del medio no tiene novio, y, la verdad, a la novia de mi hijo mucho no me la banco. –  

La historia siguió como Uds. se imaginan: el empresario compró el negocio, al poco tiempo tuvo una fuerte pelea con su hijo (porque pretendía que su novia entrara a trabajar en la empresa) y, años después, el conflicto fue con su hija del medio, que se había puesto de novia con un simpático rockero, también necesitado de un buen trabajo.

Probablemente estas situaciones no volverían a ocurrir en el presente, con el grado de conciencia actual respecto de los riesgos que corre la familia empresaria por decisiones que se adoptan con las mejores intenciones, pero que generan inequidad.

Esa conciencia es fruto de la difusión de la temática de las empresas familiares, y de los procesos de educación de sus integrantes, a través de diversos programas que se desarrollan en universidades y en cámaras empresarias.

Nuestra experiencia abarca charlas de concientización en la comunidad Vistage y el Programa de Empresas Familiares en la Universidad Torcuato Di Tella.

En ambos casos, la exposición de casos y el análisis de situaciones que atraviesan las familias a lo largo de su historia ayudan a otros integrantes de familias empresarias a no cometer los mismos errores, y a adoptar las mejores prácticas para el desarrollo de la empresa y el bienestar familiar.

Ocurre que la empresa y la familia son dos organizaciones que tienen componentes diferentes (no todos los que están en la empresa son familiares, y no todos los familiares están en la empresa) y también tienen finalidades diferentes: la empresa tiene una finalidad de éxito y lucro, en tanto que la familia tiene como propósito el bienestar de sus integrantes y su desarrollo personal.

 

 

Nuestro programa en la Universidad Torcuato Di Tella busca satisfacer los siguientes objetivos:

  • Identificar los elementos distintivos de las empresas de familia y de las familias empresarias.

Probablemente, este punto arroje luz a cada uno de los participantes, en función de su propia experiencia y el intercambio con otros empresarios o hijos de empresarios.

  • Conocer las distintas etapas de la empresa de familia, a fin de hacer los aportes organizativos propios de cada etapa.

Para el éxito de la empresa, es necesario identificar con la mayor claridad posible en qué etapa de desarrollo se encuentra, de la misma manera que, en la sociedad, no tratamos de igual manera a un niño, a un adolescente y a un adulto, quienes tienen diferentes necesidades y expectativas, diferentes metas y distintas maneras de lograrlas.

  • Formular un modelo sustentable de consolidación y traspaso generacional

Pensemos que la empresa de familia tiene como finalidad principalísima su continuidad. Desde esa perspectiva, poder diseñar el modelo en función del cual pasará de una generación a otra resulta clave para adoptar medidas coherentes, que ayuden a la comprensión y unidad familiar.

  • Nutrirse de las mejores prácticas de otras empresas

Desde la primera versión de este Programa lo hemos encarado como un espacio interactivo, con importante participación de los asistentes, a fin de poner de manifiesto sus propias experiencias e ideas, lo que ayuda a una mejor comprensión de cada tema, al ligarlo con las propias vivencias y las de otras familias empresarias.

  • Comprender el marco legal, para poder utilizar los instrumentos más adecuados.

Actualmente tenemos a disposición el nuevo Código Civil y Comercial, para forjar soluciones sustentables en el largo plazo. Sin embargo, tomemos en cuenta que el modelo que naturalmente protege el Código no es el mejor para muchas empresas familiares, y que, por lo tanto, hay que conocer profundamente el sistema legal para determinar con claridad cómo llegar a los objetivos.

 


Programa de Estudios

 

Módulo 1: EMPRESA Y FAMILIA, MODELO PARA ARMAR

El modelo de los tres conjuntos: familia, gestión empresarial y propiedad.

Tipos de empresas de familia y su viabilidad presente y futura. El Grupo empresario-familiar.

Etapas de desarrollo generacional: el fundador, coexistencia con segunda generación, sociedad de hermanos, consorcio de primos.

Planificación del traspaso generacional en la empresa de familia y en la familia empresaria. 

 

Módulo 2: EL SALTO DEL DUEÑO

Qué significa profesionalizar una empresa de familia.

El proceso, paso a paso.

Barreras y resistencias, y cómo superarlas.

Las dimensiones de la Estrategia, las Personas, los Procesos y la Información.

 

Módulo 3: HERMANOS Y HERMANAS EN LA EMPRESA DE FAMILIA

Aspectos psicológicos y sociológicos involucrados.

El orden de los nacimientos, y su impacto en la empresa.

Herederos y sucesores en la empresa de familia.

Herman@ que dirige, que acompaña, que se opone, que está ausente.

Hermanos y hermanas…políticos. 

 

Módulo 4: TRABAJAR EN (Y CON) LA EMPRESA DE FAMILIA

Pautas para el ingreso, la permanencia y el egreso de miembros de la familia.

Las pasantías en la empresa.

El plan de carrera. Las pautas de retribución.

La responsabilidad social familiar: soluciones para un familiar desocupado.

Los otros roles de los familiares: consultores externos, proveedores, etc…

 

Módulo 5: DIRIGIR Y GERENCIAR

Conceptos de gobernancia, dirección y gerenciamiento.

Mecanismos de control.

El organigrama y las descripciones de funciones, objetivos y responsabilidades.

Gerentes y directores no familiares.

Directorio, Comité de Dirección y Consejo de Familia. 

 

Módulo 6: INSTRUMENTOS PARA EL ENCUADRE LEGAL

Los acuerdos societarios para la consolidación y la continuidad: su valor legal.

El protocolo empresario-familiar: ¿cuándo, cómo, para qué?

El convenio de continuidad empresaria.

Fideicomisos de protección empresaria y familiar.

La sindicación de acciones.

Otros pactos societarios.

 

Módulo 7: PREVENIR Y RESOLVER CONFLICTOS

Los conflictos: sus orígenes y desencadenantes.

Los temas clave: la retribución, el plan de carrera, la toma de decisiones, las incumbencias, el manejo del dinero.

Mecanismos de prevención y resolución.

La Planificación como método para evitar conflictos.

 

Módulo 8: EL ARTE DE DEJAR LA EMPRESA SIN DEJAR LA VIDA

¿Es posible retirarse de la empresa de familia?

La definición del retiro a medida de cada uno, y cómo lograrlo.

Valuar la empresa: el valor consensuado, la valuación activa. Aplicaciones.

Vender la empresa o la participación societaria.

La donación y otros modos de transferir la propiedad. 

 

Metodología

Exposición con referencia constante a casos prácticos, y taller dinámico para el debate de situaciones propuestas por los participantes, a fin de aplicar los conocimientos teóricos y encontrar soluciones útiles.  

 

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Crisis y conflicto en la empresa familiar

 

Expectativas que no se cumplen; decisiones que no se comparten; miradas diferentes respecto del futuro, desatan conflictos entre quienes dirigen la empresa, o entre los miembros de la familia empresaria. Cómo actuar, antes de que la sangre llegue al río.

Son muchas las empresas que, pese a una inflación del 50 % anual, están facturando lo mismo a valores nominales, en pesos,  que hace un año. Otras, ni siquiera lo logran.

En muchos casos esta realidad es devastadora respecto de la rentabilidad actual, y llega a afectar, incluso, la sustentabilidad presente y futura de la empresa.

¿Qué pasa con las relaciones personales, en el marco de la crisis?

Distintos niveles de compromiso con el presente y el futuro de la empresa; diferentes actitudes frente al riesgo; miradas divergentes respecto de las causas y las consecuencias de  la realidad, desatan conflictos que, en algunos casos, incluso ponen en tela de juicio la continuidad de la empresa, y, en otros casos,  la posibilidad de seguir juntos, en una convivencia forzada de personalidades y modos de pensar diferentes.

Quiérase o no, la crisis afecta el humor y la paciencia de las personas, y, por lo tanto, todos quedan más expuestos a un choque personal que cuando las cosas fluyen normalmente.

Estos son los momentos en que la templanza y el sentido común pueden resultar la llave para evitar males mayores, y, probablemente, para encontrar la salida al laberinto.

 


¿Cómo enfrentar los conflictos?

En la compleja trama de relaciones entre familia y empresa,  los conflictos suelen tener orígenes en común, que Dennis Jaffe, autor de Trabajar con los seres queridos (El Ateneo, 1995) expone de la siguiente manera:

1.- Violación del sentido de equidad o justicia

Toda la gente crece y se desarrolla con un sentido de lo que es equitativo, de lo que debe esperarse de la familia y de la empresa. Presunciones tales como “todos los niños deben ser tratados con equidad” son artículos de fe, pero frecuentemente se los interpreta con criterios diferentes. Sin embargo, un trato igual, especialmente en la esfera de los negocios, se convierte en un problema debido a la diversidad de aptitudes, actividades y circunstancias existentes.

El autor sostiene que “lo que es justo y equitativo depende del trato que uno recibe cuando se siente lastimado”.

 

 

2.- Falta de reconocimiento

Explica Jaffe que este problema surge en una empresa familiar cuando una persona siente que su aporte, su capacidad o su talento pasan inadvertidos para los demás, especialmente los padres, que pueden criticar o ignorar sus logros.

3.- Sentimiento de impotencia

Este sentimiento, estrechamente relacionado con la sensación de no ser apreciado, surge cuando la persona siente que no tiene ninguna repercusión sobre los otros miembros de la familia, quienes no escuchan, o no tienen en cuenta, sus consejos, sus ideas y opiniones.

4.- Confusión de los roles empresariales y familiares

Los miembros de la familia hablan unos con otros sin tener plena conciencia del rol que representan, y generan, por lo tanto, una confusión entre los cargos y funciones empresariales y el papel que a cada cual le toca jugar en el ámbito familiar. 


Planificar para evitar y resolver conflictos

 


Planificar consiste en diseñar el futuro deseado y los caminos efectivos para lograrlo, tal como sostiene Herny Mintzberg, en “Ascenso y caída de la planificación estratégica», The Free Press, NY, 1994.

La planificación es un proceso, es decir, un conjunto de acontecimientos articulados entre sí, que ocurren a lo largo de un tiempo determinado. No es un evento que sucede en un momento único; se parece más a una película que a una fotografía.

El proceso de planificación comprende:

  • Identificación del área donde se ha de planificar (planificación estratégica, planificación financiera, planificación urbanística, planificación escolar, planificación sucesoria, etc).
  • Diagnóstico de la realidad actual en esa área.
  • Identificación y análisis de las causas que llevan a la realidad en análisis.
  • Prospección, o sea, descripción de escenarios futuros, y su probabilidad de ocurrencia.
  • Análisis de las consecuencias de la conformación de esos escenarios futuros.
  • Identificación de los caminos para modificar la realidad, en el sentido deseado.
  • Implementación de las medidas seleccionadas.
  • Control de los resultados, y, cuando ello es posible, adaptación del plan a la realidad observada.

La planificación puede ser un método muy útil para prevenir y resolver conflictos.

En particular, cuando esos conflictos tienen su origen en una realidad económico-social que no podemos modificar en forma individual.

—————–

>>> Para profundizar en el tema ver La planificación sucesoria en la prevención y resolución de conflictos en  empresa y familia, capítulo de Leonardo Glikin en “Negociación, Mediación y Arbitraje en la empresa familiar”, dirigido por Eduardo Favier Dubois, colección IADEF, editorial Ad-hoc, 2012. 

 

El papel del consultor en la empresa familiar

por Fundación Nexia, gentileza de www.grandespymes.com.ar

 

Para ser efectivos, los consultores deben ser capaces de ofrecer un juicio independiente sobre qué es lo mejor para la empresa familiar.

Probablemente existan tantas razones para contratar a un consultor como propietarios de Empresas Familiares. Las más habituales son: el desarrollo de un plan de sucesión, el diseño de estructuras de gobierno, la gestión de conflictos entre miembros de la familia, o simplemente la formación de los familiares para el buen desempeño de sus respectivas funciones.

La familia empresaria que desee un consultor de empresa familiar que le asesore, primero debe cuestionar un prejuicio que es muy habitual, y es aquel que otorga al consultor el papel de salvador, alguien que va a arreglar “todo” lo que no funciona en la familia empresaria.

Efectivamente, algunas de las razones que llevan a las empresas familiares a contratar los servicios de consultores están, a menudo, más allá de sus conocimientos. Por este motivo, se recomienda que luego de la primera reunión con un consultor, Ud. pueda formularse preguntas como: ¿Por qué quiero contratar a un consultor? ¿Cuál es mi visión de lo que el consultor debe hacer por mí, y qué es lo que debe hacer por la Empresa Familiar? ¿Qué esperamos yo y otros miembros de mi familia sobre este consultor? ¿Estoy, inconscientemente, guardando algún tipo de información o haciendo alguna otra cosa para sabotear el proceso?

Las respuestas a estas preguntas pueden proporcionarle útiles herramientas para descubrir algunas de sus esperanzas ocultas.

 

 

¿Qué se espera de un consultor?

El consultor puede participar en los cambios tanto como la partera en un parto: les guste o no, son los clientes quienes tienen que dar a luz al bebé. Creer lo contrario es abonar el terreno para una buena decepción. De hecho, nada va a cambiar hasta que la familia empresaria se responsabilice personalmente del proceso.

Un segundo tipo de clientes esperan que el consultor juegue el papel del amigo tranquilizador, que más que pensar por sí mismo, aporta grandes dosis del siempre tranquilizador “todo va bien”, confirmándoles que han sido buenos padres, que sus hijos son realmente competentes para tomar el mando de la empresa, y que al final, todo saldrá bien. El consultor a quien no gusten las confrontaciones puede fácilmente asumir un papel pasivo y dejarse llevar por la inercia del proceso. Después de todo, a nadie le gusta ser mensajero de noticias tipo: “lo siento, pero su hijo simplemente no tiene lo que hace falta para liderar esta empresa”, o, “dado que sus hijos se han estado peleando desde los dos años, sería ingenuo por su parte organizar la dirección de la empresa como un equipo de hermanos”.

Pero tarde o temprano, el propietario que intenta negar su realidad deberá enfrentarse a la realidad: el sucesor fracasa, la empresa está al borde de la quiebra, el directivo no familiar más competente, totalmente frustrado, se despide… y al final, resulta que el amigo tranquilizador más que un amigo ha sido un conspirador en la incubación de la crisis.

 

 

En tercer lugar están los que contratan a un consultor para que sea el guardián de sus secretos. En estos casos, lo típico es que en la familia haya muchos conflictos encubiertos que ningún miembro quiere sacar a la luz por miedo a que todo se descomponga. Al consultor se le pide la misión imposible de intentar propiciar algún cambio sin destapar ninguno de los temas que la familia se ha negado a afrontar durante años.

Considere, por ejemplo, el caso de dos hermanos que han trabajado juntos durante veinticinco años. Aunque ciertamente cordiales en sociedad, cuando se encuentran a solas con el consultor ambos confiesan su resentimiento y falta de confianza en el otro. En privado, cada uno expresa sus sospechas sobre las intenciones del otro, y critica ácidamente a sus hijos y esposa. A ambos hermanos les gustaría cambiar el punto de vista del otro sin revelar abiertamente sus verdaderos sentimientos. En este caso, el consultor se convierte en el confidente de ambos socios y está al tanto de sus más íntimos pensamientos y sentimientos, situación que puede ser altamente seductora para consultores con deseos de inclusión y de poder insatisfechos.

El consultor experimentado, no obstante, se dará cuenta de que está siendo utilizado e intentará persuadir al cliente y a su familia de que trabajen con él para superar sus resistencias.

 

 

Finalmente hay quien contrata a un consultor para que sea su embajador frente al resto de la familia o su aliado contra ellos. Estas son personas que necesitan una autoridad exterior que defienda su caso, que legitime sus opiniones frente a los demás, o que incluso tome las armas contra quienes mantienen puntos de vista opuestos.

Como en el caso de aquéllos que buscan ser tranquilizados, puede que estos clientes no estén de acuerdo con el consultor cuando en una entrevista inicial les diga: “Aunque sea usted quien paga la factura, no voy a estar necesariamente de acuerdo con todo lo que usted diga”.

La confianza sobre el proceso de la consulta en general, aumenta cuando el resto de la familia se da cuenta de que el consultor no está “a favor” de nadie en particular

Para ser efectivos, los consultores deben ser capaces de ofrecer un juicio independiente sobre qué es lo mejor para la empresa familiar. La confianza sobre el proceso de la consulta en general, aumenta cuando el resto de la familia se da cuenta de que el consultor no está “a favor” de nadie en particular, sino que está para velar por el bien de la empresa y el de la familia. Como en el caso del fundador que se niega a planificar su sucesión, los intereses del que firma los cheques no van necesariamente en la línea de lo que es mejor para el sistema globalmente considerado. Si se siente profundamente decepcionado la primera vez que en una reunión el consultor esté en desacuerdo con usted, puede que no sea usted totalmente consciente de los intereses ocultos que lo llevaron a contratarle.

 

 

Empresas Familiares en la Universidad Torcuato di Tella

 

El 19 de marzo, a las 19 hs, presentaremos en el Di Tella Open, nuestro Programa Abierto de Empresas Familiares. La cita es en Av. Figueroa Alcorta 73350, CABA

 El Di Tella Open es un programa semestral que organiza la Universidad Torcuato Di Tella, abierto al público, con entrada libre y gratuita (previa inscripción) donde los titulares de los diversos programas abiertos de la Universidad presentan sus contenidos.

En nuestro caso, tenemos a cargo el Programa de Empresas Familiares, que se desarrollará a lo largo de 24 horas, los días lunes, desde el 22 de abril.  

Consideramos que toda empresa de familia afronta, tarde o temprano, dos desafíos que definen su supervivencia: el crecimiento y el traspaso generacional.

Esos desafíos plantean preguntas que se deben responder: cuál es el lugar de cada uno, cuáles son las metas compartidas y cómo compatibilizar las distintas expectativas, capacidades y actitudes frente al compromiso y al poder.

Si no se encuentran las respuestas adecuadas a esas preguntas, pueden convertirse en conflictos capaces de arrasar con las relaciones familiares y paralizar a la empresa. Para evitar tales consecuencias,  es necesario comprender cuáles son las amenazas a prevenir y resolver, y cuáles son las mejores prácticas a incorporar.

A través de este programa se podrán identificar las claves, analizar experiencias reales y conocer las estrategias para aportar al éxito de la empresa y a la felicidad familiar.

Audiencia

El programa está dirigido a fundadores y sus cónyuges, a integrantes de segunda y tercera generación  de la empresa de familia, así como a gerentes, asesores  y consultores interesados en aportar valor en los procesos de crecimiento y continuidad.

Objetivos:

  • Identificar los elementos distintivos de las empresas de familia y de las familias empresarias.
  • Conocer las distintas etapas de la empresa de familia, a fin de hacer los aportes organizativos propios de cada etapa.
  • Formular un modelo sustentable de consolidación y traspaso generacional
  • Nutrirse de las mejores prácticas de otras empresas
  • Comprender el marco legal, para poder utilizar los instrumentos más adecuados. 


Programa de Estudios
 

 

Módulo 1: EMPRESA Y FAMILIA, MODELO PARA ARMAR

El modelo de los tres conjuntos: familia, gestión empresarial y propiedad.

Tipos de empresas de familia y su viabilidad presente y futura. El Grupo empresario-familiar.

Etapas de desarrollo generacional: el fundador, coexistencia con segunda generación, sociedad de hermanos, consorcio de primos.

Planificación del traspaso generacional en la empresa de familia y en la familia empresaria. 

 

Módulo 2: EL SALTO DEL DUEÑO

Qué significa profesionalizar una empresa de familia.

El proceso, paso a paso.

Barreras y resistencias, y cómo superarlas.

Las dimensiones de la Estrategia, las Personas, los Procesos y la Información.

 

Módulo 3: HERMANOS Y HERMANAS EN LA EMPRESA DE FAMILIA

Aspectos psicológicos y sociológicos involucrados.

El orden de los nacimientos, y su impacto en la empresa

Herederos y sucesores en la empresa de familia

Herman@ que dirige, que acompaña, que se opone, que está ausente.

Hermanos y hermanas…políticos. 

 

Módulo 4: TRABAJAR EN (Y CON) LA EMPRESA DE FAMILIA

Pautas para el ingreso, la permanencia y el egreso de miembros de la familia

Las pasantías en la empresa.

El plan de carrera. Las pautas de retribución

La responsabilidad social familiar: soluciones para un familiar desocupado.

Los otros roles de los familiares: consultores externos, proveedores, etc..

 

Módulo 5: DIRIGIR Y GERENCIAR

Conceptos de gobernancia, dirección y gerenciamiento.

Mecanismos de control

El organigrama y las descripciones de funciones, objetivos y responsabilidades

Gerentes y directores no familiares.

Directorio, Comité de Dirección y Consejo de Familia. 

 

Módulo 6: INSTRUMENTOS PARA EL ENCUADRE LEGAL

Los acuerdos societarios para la consolidación y la continuidad: su valor legal.

El protocolo empresario-familiar: ¿cuándo, cómo, para qué?

El convenio de continuidad empresaria

Fideicomisos de protección empresaria y familiar

La sindicación de acciones

Otros pactos societarios

 

Módulo 7: PREVENIR Y RESOLVER CONFLICTOS

Los conflictos: sus orígenes y desencadenantes

Los temas clave: la retribución, el plan de carrera, la toma de decisiones, las incumbencias, el manejo del dinero.

Mecanismos de prevención y resolución

La Planificación como método para evitar conflictos

 

Módulo 8: EL ARTE DE DEJAR LA EMPRESA SIN DEJAR LA VIDA

¿Es posible retirarse de la empresa de familia?

La definición del retiro a medida de cada uno, y cómo lograrlo.

Valuar la empresa: el valor consensuado, la valuación activa. Aplicaciones.

Vender la empresa o la participación societaria.

La donación y otros modos de transferir la propiedad.  

 

Metodología

Exposición con referencia constante a casos prácticos, y taller dinámico para el debate de situaciones propuestas por los participantes, a fin de aplicar los conocimientos teóricos y encontrar soluciones útiles.  

 

 

Texto del proyecto de reforma del art. 1010 del código civil y comercial

 

Miembros de la Comisión Reformadora: Julio César Rivera, Diego Botana, Ramón D. Pizarro.

Secretarios: Agustina Díaz Cordero, Marcelo Rufino.

El nuevo texto, propuesto en el art. 69 del proyecto de reforma, dice lo siguiente:

ART 1010. Herencia futura. La herencia futura no puede ser objeto de los contratos ni tampoco pueden serlo los derechos hereditarios eventuales sobre objetos particulares, excepto lo dispuesto en los artículos siguientes u otra disposición legal expresa.

Art. 1010 bis. Protocolo. El protocolo es un acuerdo de voluntades, o conjunto de acuerdos, que los titulares de una explotación productiva familiar celebran entre sí o con terceros con los que guardan vínculos familiares, que puede tener por objeto establecer un código de conducta y un modelo de comunicación y consenso en la toma de decisiones, con la finalidad de gestionar de materia unitaria y preservar a  largo plazo la organización corporativa y las relaciones profesionales y económicas entre la familia y la explotación productiva.

Art. 1010 ter. Contenido y efectos. El protocolo puede incluir disposiciones referidas a futuros derechos hereditarios y establecer compensaciones en favor de otros legitimarios. Estos pactos son válidos, sean o no parte el futuro causante y su cónyuge, si no afectan la legítima hereditaria, los derechos del cónyuge ni los derechos de terceros. Los derechos y obligaciones causados en él se transmiten a los herederos en la medida en que reciban la titularidad o derecho sobre las partes sociales, cuotas o acciones del causante.

Si la explotación productiva familiar está organizada bajo forma societaria, sus efectos respecto de otros socios y de la misma sociedad, se rigen por la ley especial.

Los pactos relativos a una explotación productiva o a participaciones societarias de cualquier tipo, con miras a la conservación de la unidad de la gestión empresarial o a la prevención o solución de conflictos, pueden incluir disposiciones referidas a futuros derechos hereditarios y establecer compensaciones en favor de otros legitimarios. Estos pactos son válidos, sean o no parte el futuro causante y su cónyuge, si no afectan la legítima hereditaria, los derechos del cónyuge, ni los derechos de terceros.

Es válida la manifestación de voluntad de los legitimarios de no ejercer futuras acciones de colación o de reducción expresadas en el acto de donación o en acto separado referido a la donación.

Art. 1010 quater: Interpretación: en la interpretación de las cláusulas del protocolo los jueces privilegiarán el interés en la continuidad de la explotación productiva familiar.

 

 

 

La Comisión ha formulado la siguiente fundamentación al proyecto de reforma:  

El art. 1010 del Código Civil y Comercial trata de los pactos relacionados con lo que comúnmente se denomina empresa familiar, pero lo hace de manera muy elemental, limitándose a determinar sus efectos con relación a futuros derechos hereditarios.

Lo cierto es que la doctrina viene reclamando desde hace tiempo un reconocimiento más claro del denominado “protocolo de la empresa familiar” y ello es lo que se propone, aunque evitando la expresión “empresa familiar” dado que el código civil y comercial no contiene un estatuto de la empresa; por lo tanto se conserva la expresión de explotación productiva.

También se pretende tutelar la buena fe, dar certeza a las donaciones y compatibilizar el artículo 2461 del Código Civil y Comercial con los pactos sobre herencias futuras, pues como tal debe ser calificada la renuncia del legitimario a ejercer acciones de colación o reducción.

 

 

 

Proyecto de reformas al código civil y comercial. El protocolo familiar en la ley argentina

                                                                                            

En noviembre de 2018, una Comisión designada por el Ministerio de Justicia de la Nación presentó un proyecto de reformas al Código Civil y Comercial en el que se incluye expresamente la definición y práctica del Protocolo Empresario-Familiar. Independientemente de la suerte del Proyecto, este es un hito significativo en la historia del Protocolo y de las empresas de familia.

 No lo grite, no lo cante, no se abrace”, era la inolvidable advertencia de un conocido relator de fútbol, cuando una jugada de gol no se había concretado.

Iguales palabras debemos usar respecto del proyecto de reforma del Código Civil y Comercial, propuesto por una comisión que fue formada en marzo de 2018 por el Ministerio de Justicia de la Nación, y que ha presentado sus conclusiones en noviembre de 2018.

El proyecto de reformas abarca diversos aspectos significativos del Código que entró en vigencia en 2015, en la mayor parte de los casos con la finalidad de aclarar conceptos, para generar mayor certeza jurídica, o para profundizar tendencias que no habían sido convenientemente desarrolladas, como es el caso de la consolidación y traspaso generacional en las empresas de familia.

En este artículo nos concentraremos en la reforma al artículo 1010, el más significativo en materia de continuidad de las empresas familiares, y en el art. 2461, que resulta un complemento imprescindible a fin de corporizar en la práctica los derechos contemplados.

Decíamos en 2015, al comentar el impacto del  Código Civil y Comercial en las empresas familiares: [1]

El Código Civil y Comercial ha sido elaborado por juristas, magistrados y abogados que  pusieron énfasis en aumentar la libertad individual, la igualdad, el valor social de la propiedad y reducir la litigiosidad, objetivos loables que campean en el nuevo texto legal.

Sin embargo, conspira contra esos objetivos que, en muchos casos,  las fuentes de inspiración de las normas no se encuentran en la realidad cotidiana, sino en los expedientes judiciales.

Un ejemplo de esta afirmación es  el llamado (y ya famoso) “divorcio express”, que es, en realidad, un divorcio “no exprese”: no exprese la causa del fracaso matrimonial, no exprese su dolor, no exprese su frustración. 

 

 

Probablemente, el nuevo régimen ayudará a combatir el flagelo de la violencia doméstica, pero no evitará, por sí mismo, la violencia familiar, si no se construyen espacios para que las personas puedan tramitar el duelo por la finalización de la relación de pareja, y canalizar sus reclamos personales y morales de una manera adecuada y con apoyo institucional.

En el ámbito específico de la empresa de familia, el Código brinda muchas herramientas que dan respuesta a los casos litigiosos más habituales, pero no brinda suficientes recursos para el crecimiento y la consolidación de aquellas empresas familiares en las que prima el amor, la comprensión, y el deseo compartido de evitar conflictos.

Nos toca a nosotros, como operadores del Derecho y de las relaciones entre la empresa y la familia, reflexionar profundamente sobre el alcance de los cambios, para ayudar a su mejor aprovechamiento, que, necesariamente, incluye una labor transdisciplinaria en pos de empresas exitosas y familias felices.

La reforma propuesta al art. 1010 y al art. 2461 del Código Civil y Comercial constituyen un avance contundente hacia la consolidación de la defensa de las empresas familiares.

Para ello, la propuesta de reforma introduce, por primera vez en la legislación latinoamericana, el Protocolo Familiar.

Y lo define como “un acuerdo de voluntades, o conjunto de acuerdos, que los titulares de una explotación productiva familiar celebran entre sí o con terceros con los que guardan vínculos familiares, que puede tener por objeto establecer:

  • un código de conducta
  • un modelo de comunicación y consenso en la toma de decisiones,

con la finalidad de gestionar de materia unitaria y preservar a  largo plazo

  • la organización corporativa
  • las relaciones profesionales y económicas entre la familia y la explotación productiva.

 

 

¿Qué puede incluir el protocolo?

El protocolo puede incluir disposiciones referidas a futuros derechos hereditarios y establecer compensaciones en favor de otros herederos (por ejemplo, los que no van a participar en el negocio, sea porque no hay una vocación por parte del heredero, o le falta formación, o porque, al ser un pariente político, su presencia puede poner en riesgo la continuidad de la empresa en el seno de la familia consanguínea.

Así, por ejemplo, a través del protocolo se puede disponer que los futuros titulares de la empresa sólo pueden ser miembros de la familia consanguínea, y que, si un cónyuge resultara heredero, tendrá la obligación de vender sus derechos hereditarios a los parientes consanguíneos sobrevivientes.

A su vez, esta clase de acuerdos pueden ser sustentados financieramente a través de un seguro de vida (llamado “seguro de continuidad empresaria”).

Es significativo destacar la pauta de interpretación contenida en el art. 1010 quater:

“en la interpretación de las cláusulas del protocolo los jueces privilegiarán el interés en la continuidad de la explotación productiva familiar”.

Esto significa que, frente a la tensión entre un derecho individual de un heredero, y la posibilidad de continuación de la empresa, los jueces deben resolver la situación dilemática en beneficio de ésta.

 

 

Un cambio copernicano: el nuevo art. 2461

Todo lo propuesto para la reforma del artículo 1010 tiene una manifestación práctica trascendente en el nuevo artículo 2461, que establece que, si se realiza una donación, aquellos futuros herederos que hubieran prestado su consentimiento no pueden cuestionarla en el futuro, lo cual implica receptar en la práctica el principio de buena fe, la trascendencia de los actos propios, y dar seguridad jurídica, por ejemplo, a aquellos herederos que toman la responsabilidad de hacerse cargo de una empresa, y la hacen crecer, incluso en la vida del donante.

De esta manera, se evitarán los cuestionamientos oportunistas de quienes, en su momento, se consideraron satisfechos con una determinada distribución del patrimonio, y luego, al ver crecer las empresas que recibieron sus hermanos (muchas veces, por el propio esfuerzo de ellos) pretenden desconocer la distribución realizada por los padres.

Conclusiones:

Pese a que, en general, no es deseable que un Código Civil y Comercial sufra reformas permanentes  o muy próximas en el tiempo, dado que ello atenta contra la seguridad jurídica, en este caso  el  texto propuesto  brinda aclaraciones y soluciones de trascendental importancia en el campo de la empresa familiar.

[1] Impactos del Nuevo Código Civil y Comercial en las empresas familiares, una visión general, por Leonardo J. Glikin, en el libro colectivo dirigido por Eduardo Favier Dubois, “La empresa familiar en el Código Civil y Comercial”, editorial Ad-hoc, 2015.

 

 

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Las Pymes ante el fraude y la Corrupción. Ética y Compliance

 

Definimos “compliance” como el conjunto de procedimientos y buenas prácticas adoptados por las organizaciones para identificar y clasificar los riesgos operativos y legales a los que se enfrentan y establecer mecanismos internos de prevención, gestión, control y reacción. La ley 27401 ha fijado un nuevo marco normativo en esta materia, que es imprescindible considerar.

Hoy resulta indispensable hablar del cambio de paradigma tanto a nivel nacional como internacional, en cuanto a la ética y el cumplimiento normativo que alcanza a los aspectos más sensibles y estratégicos de toda organización.

En el pasado, esas cuestiones quedaban reservadas a las grandes empresas. Actualmente, con los cambios legales que se vienen produciendo en materia de responsabilidad empresarial,  y por la exigencia de las mismas corporaciones (proveedores o clientes de las PYMES), los temas de ética y compliance pasan a ocupar un espacio significativo para éstas.

Compleja tarea la de afinar los instrumentos de acuerdo con los nuevos parámetros de exigencia ética teniendo en cuenta la multiplicidad de realidades disímiles que evidencian las PYMES, que va desde la sociedad unipersonal, las pequeñas empresas y las empresas medianas, pasando por las empresas de familia que, con mayor o menor grado de informalidad, abastecen al mercado local e internacional.

Conspiran contra su desarrollo, su proyección y permanencia en el tiempo, la falta de políticas de promoción a largo plazo, el surgimiento de tendencias innovadoras en la producción de la mano de fuertes cambios tecnológicos y por supuesto la informalidad en el tratamiento de algunas cuestiones que se han tornado vitales para su consolidación y crecimiento, así como los hechos de corrupción y fraude intra y extra societarios a los que no son ajenas.

Toda PYME en algún momento, descubre la importancia de la transmisión de valores y la necesidad de trabajar en la alineación del equipo humano con las mismas perspectivas y concientizar a los recursos, con miras a no apartarse de las normas éticas y jurídicas. Hoy además el riesgo se encuentra en aumento a través del factor reputacional, dramáticamente extendido por la vigencia de las redes sociales y el mayor acceso a la información y antecedentes de cada protagonista del mercado.

 

 

Cambios sustanciales en la legislación argentina

En línea con lo hasta aquí enunciado, un punto de inflexión ha sido la entrada en vigencia de la Ley de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas (N°27.401) para delitos de corrupción.

Esto implica un gran desafío para las empresas, las cuales deberán implementar Programas de Integridad adecuados, no sólo para evitar multas y estructurar una defensa sólida, sino también para garantizar la continuidad de los negocios, en un entorno cada vez más regulado y con ambientes de control interno aun inmaduros en nuestro país.

A su vez el desarrollo y aplicación del Plan de Integridad deberá ir acompañado de una verdadera inducción hacia la cultura de cumplimiento, que acredite el involucramiento de todos los miembros de la organización en la prevención del riesgo de comisión de delitos, y generar la confianza de total respeto al cumplimiento normativo y tolerancia cero a actuaciones contrarias a la legalidad o violaciones al código de ética o políticas de actuaciones de la persona jurídica.

Cultura de Cumplimiento (“Compliance”)

Existen concretas herramientas que sirven para prevenir, remediar, reducir y neutralizar los riesgos mencionados al que están sometidas las PYMES.

Esas herramientas se nuclean en el estándar denominado “Buen Gobierno Corporativo” y se nutren de los más altos conceptos de transparencia, profesionalismo y eficiencia, que generan confianza en el mercado y elevan, a mediano y largo plazo, el valor y la competitividad de la empresa.

 

 

Esas herramientas funcionan en la práctica como verdaderas guías para el Directorio y el Management, y  para el resto de la organización en primer lugar. En paralelo, respecto de terceros ajenos a la propia organización fuertemente ligados a la existencia de cada empresa, como ser proveedores, clientes y organismos de control.

Es por ello que la cultura de cumplimiento apunta a blindar los intereses de los accionistas frente a los conflictos éticos que puedan poner en peligro la sustentabilidad de la empresa en el largo plazo y su rentabilidad a corto plazo, todo ello además de contemplar los eventuales aspectos penales según el caso.

El factor humano.

Todas las prácticas de la empresa, dentro y fuera de su estructura, están fuertemente atravesadas por el factor humano que es el componente que sirve de punto de partida. Son los propios trabajadores y demás integrantes de la empresa los que tienen la facultad de generar una verdadera cultura de cumplimiento ético y legal, amalgamando nada menos que lo correcto con lo conveniente y oportuno.

Pero la cultura de cumplimiento debe provenir o derramar desde los niveles más altos de la organización empresarial, más allá de su tamaño, de manera que los valores éticos asumidos, las políticas dictadas en la prevención de las conductas ilícitas, el cumplimiento de las normas que debe inspirar al negocio per sé, se generen desde la conducción. Son ellos quienes sirven de ejemplo de una verdadera cultura de cumplimiento.

 

 

Este comportamiento ejemplar es el fundamento para que se irradie al resto del personal de la empresa y también a los terceros con los que contrata y se relaciona.

Frente al particular y específico escenario en que se desarrolla la actividad de cada compañía, será necesario evaluar a la medida de cada empresa, los riesgos estratégicos, operativos, financieros y de cumplimiento, entre otros, para establecer de qué manera afectará el hecho en cada caso.

Sin dudas, en este esquema la prevención toma un lugar preponderante que contribuye a amortiguar y reducir los costos que el incumplimiento trae a la organización, y especialmente respecto a los hechos de fraude y corrupción.

Dentro del esquema preventivo deben reforzarse las actividades de prevención, a través de actividades de:

  • capacitación,
  • concientización,
  • habilitación de canales seguros para efectuar denuncias,
  • campañas de comunicación de valores éticos, destinados tanto al personal de la compañía como a terceros.

Por ejemplo, es muy importante contar con un programa de detección temprana de fraudes y disuasión, investigando el 100% de las denuncias, con sanciones reales efectivas, afectación de los premios y beneficios previstos que se puedan recortar,  para luego iniciar las acciones legales, de corresponder, pero siempre utilizando una escala de valoración crítica y su impacto en caso de incumplimiento en términos cualitativos.

La Association of Certified Fraud Examiner en su Reporte a las Naciones 2018, establece una reducción del 50% de pérdidas y detección de fraude en casi la mitad del tiempo, si se refuerzan la revisión de la gestión, la instauración de líneas éticas abiertas a terceros y el monitoreo de datos, además de otros alertas tales como el nivel de vida de los actores u operadores de la compañía que no condice con sus ingresos; dificultades financieras y comportamiento de control excesivo o renuencia a compartir tareas de los responsables.

También es útil revisar el Manual de Naciones Unidas sobre medidas anti corrupción (CNUCC) que enumera las conductas concretas que considera corruptas y en especial su Capítulo III y su definición de corrupción utilizada por Transparency  International ”…. abuso de un poder acordado o encomendado, para beneficio privado”, siendo aplicable esta definición tanto en el ámbito público como en el privado.

 

 

El Oficial de Cumplimiento

Dentro de este nuevo paradigma, surge la figura del Oficial de Cumplimiento (Compliance Officer) que evolucionó hasta convertirse en un elemento estratégico del equipo gerencial de la organización, sea a niveles ejecutivos, regionales o locales. Su existencia, análisis y aportes son un claro indicador del lugar que la ética ocupa dentro de la compañía y por qué medios se llega a los objetivos y se hacen las cosas.

Toda empresa debería contar con un programa para cumplir con la legalidad en general y por supuesto, con la legalidad asociada a los riesgos del negocio para no caer en los tipos penales. No se trata de eludir la ley o evitar la sanción per sé, sino de reafirmar toda una cultura de cumplimiento. Donde la infracción o la comisión de un delito sea un hecho eventual y constituya un acontecimiento accidental y la tarea de lograr la exención de pena, sea una consecuencia natural de dicha cultura ética empresarial.

El tamaño no es excusa

Lo cierto es que hoy en día el peso específico y estratégico de las PYMES en la economía global es indiscutible por eso, sus necesidades específicas afloran también en el mundo del “Compliance”.

Cierta inercia argumental considera, el tamaño de la organización o la limitación de los recursos humanos y de los otros, como factor relevante para esquivar la cuestión. Dado el cada vez más numeroso cuerpo normativo y sobre todo las consecuencias de su incumplimiento, no resulta entonces de mucha utilidad escudarse en aspectos de la proporcionalidad entre la gran empresa y cada PYME en particular,  para evitar subirse al nuevo paradigma que constituye el “Compliance”.

En verdad, hay otros muchos factores a considerar. La aplicación proporcional de las buenas prácticas de gobierno corporativo a través del “Compliance” estará condicionada por cuestiones propias de cada organización y actividad, además de factores tales como: el tipo de negocio, los mercados donde opera, los proveedores, los entes reguladores y los clientes a quienes destina gran parte de sus esfuerzos.

 

 

Habrá entonces que analizar de manera completa el negocio y los riesgos asociados como un verdadero traje a medida para adaptar correctamente sus requisitos y recomendaciones.

Un programa de “Compliance” constituye una finalidad en sí mismo. Por lo tanto, lejos está de ser un mero instrumento. Su valor agregado está dado por su capacidad para promover una cultura organizativa que impulse los comportamientos éticos y el cumplimiento de la Ley. Por esto, su finalidad no se limita a evitar la sanción penal de la empresa sino promover una verdadera cultura ética empresarial de manera palpable llevándola a los hechos cotidianos.

El “Compliance” llegó para quedarse. Su consecuencia económica además es  hacer más rentable la inversión de los dueños, y su derivación patrimonial es resguardar su propiedad.

De esta manera, en un mundo cada vez más complejo desde todas las aristas posibles, es asumiendo un compromiso ético y una cultura de cumplimiento, donde las PYMES verá sensiblemente disminuido su riesgo y garantizada una defensa solida frente a los avatares que trae la gestión integral de las áreas de cada compañía.

 

*Armando F. Ricci
Abogado (UBA)
Profesor Titular de Derecho Comercial I en la Facultad de Derecho de la Universidad del Salvador.
Ha participado activamente como miembro consultivo en la Cámara de Sociedades Anónimas, y en cámaras binacionales.
Es líder en IDEA de la Red de Gobierno Corporativo.
Experto en Compliance certificado con validez internacional (“International Certified Compliance Practitioners – CIPC”), reconocido por la International Federation of Compliance Associations (IFCA), según el programa diseñado por la Asociación Argentina de Ética y Compliance en la Universidad del CEMA.
Mediador, COGRAME, homologado por el Ministerio de Justicia de la Nación.
MEMBERSHIPS: Cámara de Sociedades Anónimas Miembro del Consejo Directivo / Cámara de Sociedades Anónimas Miembro del Consejo Consultivo Honorario de Asuntos Jurídicos / Club de Abogados de Empresas Vicepresidente Comisión Jr. / International Bar Association / Colegio Público de Abogados de Capital Federal.
ricci@berettagodoy.com

 

 

 

La igualdad dinámica

 

Estamos viviendo tiempos de cambio en la relación entre hombres y mujeres, y esto lleva a la necesidad de una profunda reflexión en las empresas de familia.

Aquí ofrecemos un caso desarrollado en “Iguales y Diferentes, los espacios de la mujer en la empresa de familia”. 

Padres decididos a la igualdad

Ricardo fundó hace cuarenta años lo que hoy es una exitosa cadena de negocios minoristas.

A medida que sus dos hijos, Ariel y Marcela, terminaron sus carreras universitarias, se incorporaron a la empresa. Siempre trabajaron codo a codo y fueron, en gran parte, el motor del crecimiento: pasaron de tener un solo local alquilado a poseer seis locales propios y la posibilidad de establecer una franquicia.

Próximo a cumplir sus 40 años, y ya a cargo de la gerencia general, Ariel se ha planteado que le parece injusto que haya tan poca diferencia entre sus ingresos totales y los de su hermana, dado que Ariel se desempeña full time en la empresa y es a quien se llama cuando hay una emergencia de cualquier tipo. Marcela, por su parte, está criando a su pequeño hijo y, hace tres meses, anunció un nuevo embarazo.

 

 

– Hay momentos en los que siento que mayormente estoy trabajando para mi hermana –dice Ariel–. Me gustaría que me reconozcan mi mayor participación. Se me ocurre que, quizás, me podrían dar una porción mayor de acciones…

Marcela reconoce que su hermano trabaja mucho más que ella, pero aclara: – Yo no podría mantener mi nivel de vida con menos de lo que gano. Y yo soy tan hija (y, por lo tanto, heredera) como mi hermano. – .

El padre de ambos ha tomado cartas en el asunto, porque advierte la disconformidad de Ariel y la incomodidad de Marcela. Por lo tanto, Ricardo convocó a su ex esposa, madre de sus hijos y todavía accionista en la empresa, para poder llegar a una conclusión consensuada. – Yo creo, Mirta, que la manera como se resuelva este punto es muy importante, porque de esto depende la armonía en la relación familiar y cómo van a llevarse los chicos en el futuro –le espetó Ricardo.

Ricardo y Mirta decidieron reflexionar respecto de cuál sería la mejor manera de encarar el tema, con la intención de dejar a todos conformes.

Luego de pensar en cada una de las facetas de la cuestión, llegaron a las siguientes conclusiones, que escribieron bajo la forma de un “Acuerdo de los fundadores”: Ariel y Marcela son los herederos en el negocio por partes iguales, por las siguientes razones:

– Cuando nosotros, como joven pareja, decidimos encarar este negocio, la familia fue el motor principal para tomar decisiones y esforzarse como lo hicimos.

– Si Marcela, en este momento de su vida, trabaja menos, es porque no tiene disponibilidad, pero la vemos con la misma capacidad e identificación con la empresa que tuvo siempre.

– En el largo plazo de la familia, el mayor esfuerzo de Ariel de hoy puede equilibrarse, porque su hermana tiene muchas obligaciones y responsabilidades que la hacen estar mucho tiempo fuera de la empresa en el presente, pero sabemos de su empuje y compromiso, así que esto se va a compensar en algún momento.

 

 

 

Ricardo y Mirta, luego, convocaron a sus hijos para leerles el acuerdo al que arribaron. En ese momento fue Mirta quien, al concluir la lectura, añadió: – Y si los tantos no se equilibran en esta generación, se equilibrarán en la próxima. Porque lo que estamos pensando es en un sistema que resulte sustentable a lo largo del tiempo. – Exactamente –complementó Ricardo–. Y este es el otro punto fundamental, pues queremos una empresa que sea de los dos linajes familiares: tanto para los hijos y nietos de Marcela como para los de Ariel.

Definitivamente, en función de todo esto, no queremos diferenciar en cuanto a la participación de cada uno en las acciones de la sociedad.

– Sobre la base de esta filosofía –acotó inmediatamente Ricardo– tenemos que ser muy justos con lo que ambos ganan, tanto por participar en la dirección de la empresa, como por trabajar en el día a día.

– En cuanto a la dirección –Mirta se apresuró a comentar– no hay ningún impedimento para que Marcela participe en todas las reuniones necesarias, para que, así, reflexione acerca de la empresa, tome decisiones junto con su padre y su hermano, etcétera. La gran diferencia se centra en el trabajo cotidiano, porque en ese ámbito, realmente, la prestación de Ariel es mayor que la de su hermana.

Los puntos de este acuerdo sirvieron para:

– Establecer un sueldo de mercado, tanto para Ariel como para Marcela.

– En la medida en que el sueldo no le resultaba suficiente a Marcela, se habilitó un honorario por actuar en el directorio, lo que hasta ese momento no estaba reconocido. – Dado que, incluso con el mentado honorario, Marcela seguía sin reunir la cantidad de dinero mensual que retiraba hasta entonces, se habilitó un nuevo concepto, vale decir, “Retiro a cuenta de dividendos”.

– Por su parte, este cambio permitió reconocer para Ariel un sueldo como gerente general, que le resultó satisfactorio.

– Al mismo tiempo, a Ariel le quedó claro, finalmente, que la diferenciación debía realizarse en factores financieros (como el sueldo) y no en cuestiones patrimoniales, como las acciones que pudiera corresponder a cada uno, dado que quedó firmemente establecido que la filosofía de sus padres consistía en conservar la igualdad entre los linajes familiares.

 

 

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Empresas familiares en la Universidad Torcuato Di Tella

 

Por tercer año consecutivo, desarrollaremos en la Universidad Torcuato Di Tella el programa  EMPRESAS FAMILIARES:  CLAVES PARA SU CRECIMIENTO Y CONTINUIDAD

Ver contenidos del Programa

Toda empresa de familia afronta, tarde o temprano, dos desafíos que definen su supervivencia: el crecimiento y el traspaso generacional. Esos desafíos plantean preguntas que se deben responder: cuál es el lugar de cada uno, cuáles son las metas compartidas y cómo compatibilizar las distintas expectativas, capacidades y actitudes frente al compromiso y al poder. Si no se encuentran las respuestas adecuadas a esas preguntas, pueden convertirse en conflictos capaces de arrasar con las relaciones familiares y paralizar la empresa. Para evitar tales consecuencias, es necesario comprender cuáles son las amenazas a prevenir y resolver, y cuáles son las mejores prácticas a incorporar. A través de este programa se podrán identificar las claves, analizar experiencias reales y conocer las estrategias para aportar al éxito de la empresa y a la felicidad familiar.

¿Quiénes deberían concurrir?

El programa está diseñado para su aprovechamiento por Fundadores de la empresa, por los sucesores de la Segunda Generación, y por miembros de Tercera Generación.

La participación de más de un integrante de una misma empresa permite establecer un ámbito para el debate y la toma de decisiones, que ayuda a mejorar las relaciones y al entendimiento recíproco.