Temas de Empresa & Familia

Diez prioridades para la transición generacional en la empresa

 

Las características propias de cada negocio, de cada empresario y de cada familia hacen que las prioridades para la transición generacional presenten grandes diferencias entre sí. Poder entender las propias prioridades, y establecer un plan para satisfacerlas, es la clave para la continuidad de la empresa y la felicidad de la familia.

No hay una receta única para encarar una transición generacional.

Como se trata de un proceso complejo y de resultados que no son inmediatos, la mejor manera de afrontar el desafío es descubriendo las propias motivaciones.

No serviría de nada que un tercero le dijera al empresario lo que debe hacer, si éste está tan agobiado por sus propias preocupaciones que no tiene la capacidad de escucharlo, y menos aún de implementar las recomendaciones.

Por ello, y para que cada cual pueda armar su propio camino, planteamos a continuación diez posibles prioridades.

Identificar las prioridades significa, al mismo tiempo, descubrir qué es lo que puede estar preocupando a cada uno en el presente, con vistas a encontrar las mejores soluciones.

 

 

En consecuencia, lo invitamos a calificar cada una de las prioridades listadas del 1 al 10, donde 1 es la prioridad que avizora como más inmediata, y 10 la menos significativa, o menos aplicable a su caso concreto. 

  • Asegurarme los recursos económicos para un buen retiro.
  • Elegir a mi sucesor en la gerencia que ocupo.
  • Preparar a mi sucesor en las actividades que desarrollo en la empresa.
  • Entrenar a un grupo de personas para dirigir la empresa.
  • Organizar la empresa para que pueda mantenerse y crecer sin mi presencia
  • Generar un sistema de entrenamiento para los futuros directivos de la empresa.
  • Establecer las funciones, objetivos y responsabilidades de quienes se desempeñan en la empresa
  • Fijar mecanismos de control de gestión, para poder retirarme pero seguir informado.
  • Llegar a un acuerdo con mis hijos para evitar peleas familiares originadas en la empresa.
  • Vender la empresa

Un paso más allá

Repase sus prioridades. ¿Cuáles son sus conclusiones?

¿Hay algo que Ud. debería hacer de inmediato, en términos de comunicar esas prioridades a otras personas, darse un tiempo para reflexionar, o solicitar apoyo para satisfacer objetivos?

¿Cuál es la relación entre esas prioridades y los desafíos del día a día?

¿Es sustentable el día a día sin encarar la satisfacción de estas prioridades?

¿Qué ocurriría frente a una contingencia? (un tema de salud, o una dificultad imprevista en la actividad empresarial).

 

 

Pensar y ejecutar

No resulta positivo actuar sin reflexión, dado que se corre el riesgo de tomar medidas intempestivas, o que luego no puedan sostenerse a lo largo del tiempo.

De la misma manera, no es positivo quedarse pensando en un tema que se califica de importante, y no encarar medidas para resolverlo a lo largo del tiempo.

Los temas relativos a la transición generacional muchas veces explotan en las manos, porque hay una tendencia a postergar su definición. Lamentablemente, los desafíos del día a día reclaman tanto la atención, que nunca hay tiempo para encarar temas realmente significativos.

Entonces, puede ocurrir que un hijo no encuentre su lugar dentro de la empresa, simplemente porque nunca hubo tiempo para describir el puesto que debería ocupar;  o nadie se ocupó de entrenarlo.

O las peleas familiares pueden ocupar la escena, sin que exista una metodología adecuada para contenerlas y reconducirlas.

O, quizás, llegamos a la conclusión de que los planes de negocios no llevan a la obtención de resultados sólidos, con vistas a un futuro en el que el fundador de la empresa pueda retirarse.

Por lo tanto, resulta recomendable no actuar irreflexivamente, ni postergar decisiones que involucran valores tan importantes como la solidez del proyecto empresarial, la unidad de la familia y la felicidad de los protagonistas en cada uno de esos ámbitos.

 

 

 

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¿Qué significa ser accionista de una sociedad de familia?

 

Muchos conflictos en la empresa familiar tienen su origen en el desconocimiento respecto de qué significa ser accionista, y la diferencia entre esa condición y las funciones de dirección y gerenciamiento de la empresa.

 

La sociedad anónima es una figura legal  que permite separar la dirección y gestión de una empresa respecto de la propiedad.

Por lo tanto, resulta posible ser accionista de una sociedad, sea porque se han recibido las acciones por herencia, o sea porque el titular de las acciones se encuentra retirado,  sin que ello obligue de ninguna manera a participar en el día a día de los negocios.

¿Cuáles son las funciones de los accionistas?

Los accionistas aportan el capital de la sociedad. Igualmente, lo deseable es que, una vez que la empresa está en movimiento, no tengan que volver a nutrirla de dinero, pero en caso de que fuera necesario capitalizar a la sociedad, esa es parte de la responsabilidad de los accionistas, para poder seguir manteniendo su participación en el capital de la empresa.

Los accionistas designan a quienes dirigen y administran la sociedad, lo cual implica el derecho de auto-elegirse para cumplir tales funciones.

Son los accionistas quienes aprueban la gestión de la sociedad, a través de la Asamblea Ordinaria en la que se considera el balance.

En algunas sociedades, los accionistas controlan las cuentas en forma directa. En otras sociedades lo hacen a través de una figura especialmente establecida en la ley, el Síndico.

El  sistema legal prevé la responsabilidad de los administradores, que pueden ser excluidos de su función por mal desempeño, y responden por los daños que su gestión pudiera provocar a la sociedad y al patrimonio individual de los socios. en caso de incumplimiento intencional (o sea, doloso) de su función.

 

 

¿Cuáles son los derechos de los accionistas?

  • Cobrar los dividendos,  es decir, el resultado de la distribución (proporcional a la cantidad de acciones de cada uno) cuando hay ganancias líquidas y los mismos accionistas, en Asamblea,  decidieron fijar que margen reparten.
  • En caso de aumento del capital tienen prioridad frente a terceros para suscribir el mismo porcentaje que tienen en la actualidad, respecto del total del capital (derecho de preferencia)
  • Acceder a la información (la revisión de las cuentas, la documentación para tomar las decisiones que le competen)
  • Participar en la deliberación y voto de las decisiones ordinarias, que consisten en aprobar las cuentas, aprobar la gestión de los administradores de ese ejercicio y designar a los administradores que continúan.
  • Participar en decisiones extraordinarias, como el aumento de capital , la disolución anticipada, la prórroga del contrato, la reorganización, el cambio de objeto, de nacionalidad de la sede, y la disposición del patrimonio social (esto significa, aquel desprendimiento de activos de capital de la sociedad, que excede lo ordinario).

Los compromisos de los accionistas

A su vez, los accionistas tienen determinados compromisos fundamentales, a saber:

  • Realizar los aportes a los que se comprometen por el estatuto o cuando suscriben algún aumento de capital.
  • Reintegrar los aportes cuando se han perdido en el giro de la actividad y la sociedad se encuentra “infracapitalizada”. En este caso debe aportar lo correspondiente a su participación, en un fondeo de todos los socios para recomponer la cifra del capital.

Fuera de estas obligaciones y cargas, los socios no tienen derecho-ni obligación, de intervenir en la gestión a título de socios, y si lo hacen, sería en carácter de administradores-designados por la Asamblea, o en relación de dependencia como empleados de la sociedad.

Eventualmente la sociedad puede contratar con un accionista, en las mismas condiciones que lo haría con un tercero, y  en estos casos los accionistas deberán abstenerse de participar en las decisiones vinculadas con los contratos que los involucran, por contar en el caso, con intereses contrapuestos con la sociedad.

¿Qué pasa cuando los socios son familiares, y estamos en realidad frente a una sociedad de familia, en la que el control del capital, está concentrado en una familia?.

 

 

 El caso especial de la sociedad de familia

La familia es una comunidad que  comparte historia, afectos y códigos, otorga , contención  y siempre es fuente de responsabilidades y relaciones complejas.

La característica principal de los lazos familiares es la intimidad, y esa incondicionalidad que une (o, a veces, amontona), está en la base cultural, que tiene su origen en los patrones relacionales fijados en la crianza.

En cambio, la sociedad comercial es, en el sistema legal,  un contrato diseñado desde el derecho, para personas independientes,

En el mundo familiar la individualidad puede fundirse en la comunidad. Y cuando los socios son familiares entre si, las reglas legales generalmente,  pasan a un segundo plano y el orden familiar tiende a predominar en la regulación de los vínculos societarios.

POR ESO ES INDISPENSABLE QUE HAYA UNA ADAPTACIÓN RECIPROCA, PARA QUE EVITE QUE EL ORDEN FAMILIAR SE CONVIERTA EN CAUSA DE DESORDEN SOCIETARIO.

¿Existen herramientas para esa adaptación recíproca?

                    Hay determinadas herramientas que pueden utilizarse en cada caso para que la sociedad pueda mantenerse ordenada, al mismo tiempo que se respetan las necesidades de cada integrante de la familia, y el conjunto familiar.

 

 

                                       Entre esas herramientas, mencionamos:  

  1. Las acciones privilegiadas, que son acciones con voto plural (por ejemplo, para dar más valor al voto de  los fundadores, en especial en la decisión de determinados temas que tienen que ver con su interés material o moral)
  2. Las acciones preferidas, que son acciones con ventajas para cobrar dividendos antes que las acciones ordinarias, pero que no tienen derecho a voto, salvo en circunstancias especiales.
  3. Las prestaciones accesorias, que comprometen a socios que pueden hacer algún aporte de capital diferenciado por un beneficio, sin afectar el equilibrio en las decisiones .
  4. Los acuerdos de socios que reconociendo intereses grupales o individuales diferentes dentro de la sociedad, establezcan reglas que armonicen y protejan estos intereses más allá del voto individual, organizando algunos o todos los siguientes aspectos:
    1. los espacios de información y deliberación,
    2. mandatos de representación entre socios,
    3. prelaciones en caso de venta
    4. acuerdos que impliquen asumir compromisos paralelos que  consideren aspectos más allá de la ley de sociedades, con el objeto de garantizar la vigencia del proyecto empresario,   preservar los vínculos familiares, y la calidad de vida de sus miembros.

En síntesis: es muy importante entender que el encuadre legal impone determinadas normas de conductas, que no sólo deben verse como restricciones. También pueden entenderse como herramientas para cimentar la armonía familiar y garantizar  la integridad de la empresa.

 

 

 

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“Poder compatibilizar las miradas diferentes, genera una gran fortaleza en la empresa familiar”

 

Entrevista realizada a Lorena Rougier en el programa de radio “Empresa y Familia – Modelo para armar”

Lorena Rougier tiene una trayectoria muy interesante, muy variada.
Es la experiencia ya no de una empresa familiar, donde aparece una siguiente generación, sino una empresa familiar en tanto fundadora o cofundadora con su esposo.

– ¿Podés contarnos un poco  sobre las diferentes fases de tu carrera profesional y cómo te vinculaste con el ahora?

– Me parece que el giro que ha tenido mi vida en lo profesional tiene que ver con los valores o con los ejes que uno va planificando, para la familia, para la empresa, para la sociedad. En el 98 me recibí de abogada y nunca pude manejar el litigio o el conflicto de manera constructiva. No me cerraba esa idea de litigar, me parece que no aportaba, en mi caso particular.

– Tenía 22 años en ese momento, ya conocía a quien es hoy mi marido. Él ya estudiaba ingeniería; mientras él estudiaba ingeniería yo estudiaba escribanía, en el 2000 nos recibimos los dos. Y mi marido siempre tuvo un objetivo claro, él quería trabajar en relación de dependencia y después tener su propio emprendimiento, su propia empresa. Como decía al principio, también en la familia uno forja valores, que es el de acompañar al esposo, tratar de tener una familia unida, acompañar la crianza de los chicos. Entonces, cuando mi marido se recibe en el 2000, trabaja hasta 2005 en relación de dependencia y luego decidimos comenzar el camino de la empresa. Un emprendimiento nuevo, donde lo que ofrecíamos en ese momento era el diseño de máquinas para envasado y empaque. Empezamos alquilando un local, después con un socio, éramos muy poquitas personas, todas colaboraban, con muy pocos recursos económicos. Nuestra historia fue muy a base de esfuerzo, como quizás hay muchas empresas que han pasado por la misma situación. Fuimos creciendo, tenemos tres   hijas, un poco me ocupaba yo de la crianza de las chicas. Siempre con el acompañamiento de mi marido, pero él poniendo foco en el emprendimiento y yo en la crianza de las chicas y acompañándolo, por supuesto.

– ¿ Cómo se llama la empresa y qué cantidad de empleados tienen, aproximadamente?

– Desinmec Ingeniería. Hoy hacemos máquinas de envasado, de empaque.
Hoy tenemos 55 empledos aproximadamente. Hemos comenzado en 2005 siendo 5 o 6. Hoy, con 16 años, hemos crecido. Yo creo que el crecimiento fue, desde el punto de vista de clientes, desde productos y del punto de vista humano. Que por ahí es donde va mi foco. Siempre tuvimos presente forjar valores en el equipo de trabajo y crecer junto al equipo de trabajo, en la parte humana. Con la comunicación, con la empatía, con la solidaridad. O sea, siempre tratamos de estar a la altura de la necesidad de todo el equipo de trabajo. Por eso también después hice un posgrado en responsabilidad social y ambiental, justamente, para poder fijar un plan de gestión. Ya sea a nivel interno, viendo un poco la necesidad y manteniendo la comunicación en el grupo interno, en el equipo de trabajo. Y a su vez el externo también, teniendo en cuenta la sociedad donde se desarrolla la empresa. Un poco es esa la idea que tenemos de funcionar como sociedad, que cada uno ponga a disposición las herramientas que tiene, para el bienestar común. Y fuimos creciendo, lo estamos haciendo, y creo yo que eso te da una satisfacción, que después se multiplica. Porque se genera un clima de bienestar, que cada colaborador lo lleva después a su casa y esto repercute en la sociedad. Así que a ese foco fui apuntando con mis conocimientos, desarrollando habilidad y capacitándonos todos.

– ¿Y cómo es la relación de pareja en relación a la empresa?– Eso hay que trabajarlo mucho. Uno a medida que va creciendo en la vida se va dando cuenta de que hay situaciones que no se dan naturalmente, que hay que trabajarlas. El tema de la comunicación, el tema de respetar jerarquías. Porque en casa estábamos a la par, pero en la empresa mi marido es el presidente. Si bien estoy en el directorio, él es el presidente, hay una relación de jerarquía. También compatibilizar las miradas, porque él, con la formación de ingeniero y yo de abogada, tenemos miradas diferentes. El tema está en saber o aprender a compatibilizar, para tener una mirada integral. Lo mismo que con el equipo de trabajo, cada uno de nosotros, creo que como personas tenemos objetivos distintos, necesidades distintas, visiones, miradas diferentes. Pero lo bueno es aprender a respetarlas y a integrarlas, de ahí surge la fortaleza. Porque cada uno miramos a sectores distintos y después todos juntos logramos una integridad. Así que un poco por ese lado viene el tema de la relación de la pareja en el trabajo y en la familia, en la casa. Creo que es el respeto y la comunicación.

– Hasta en las mejores familias siempre hay un tema de discusión, ¿cómo son los vasos comunicantes entre lo que se discute a nivel familia y lo que se discute a nivel empresa? ¿Se llevan las cosas de un lado a otro o se pueden dejar tabicadas, de alguna manera?

– Yo creo que se debe aprender a dejar cada una en su espacio, en su entorno. Lo que es laboral, se discute en el entorno laboral, y lo que es familiar, en un entorno familiar. Me parece que uno tiene que aprender a generar el contexto y a tratar cada tema en el contexto adecuado. Es mi idea, lo que fui aprendiendo.

– Eso fui aprendiendo, no quiere decir que no me haya o no nos haya costado crisis o situaciones críticas, por supuesto. Aparte, porque también juega la personalidad de cada uno, la visión de cada uno. Sí, creo que tanto la familia, como la empresa familiar, tienen cada una sus particularidades, sus fortalezas y debilidades. Creo que lo más importante es conocer cada una de ellas, para equilibrar, para balancear.

 

 

– Últimamente estás en un proceso de cambio, ¿nos querés contar en qué consiste?

– Sí, de lo que me di cuenta, cuando estudié un poco de responsabilidad social y también con la vida, es que hay que hacer acciones, para la sociedad, para el equipo de trabajo. Y también hay que comunicarlas, porque de esta manera se genera un efecto multiplicador y siempre está la persona, la organización, que puede colaborar, que uno le aporta una idea y puede llevar esa idea a su ámbito de trabajo. Pero es importante, para esto, comunicar lo que uno hace. Entonces, yo creo que asesorando a otras empresas familiares, en principio porque es donde yo tuve experiencia, donde fui aprendiendo. Se pueden hacer acciones, replicar acciones, a nivel social y ambiental. Es como que la práctica o lo que estuve aprendiendo en Desinmec, ofrecerlo a otras empresas, porque por ahí se pueden hacer acciones en conjunto. Y siempre mirando el bienestar común, el crecimiento como persona o como profesional también y dar lo mejor de cada una, ser un puente, para que otro pueda desarrollarse. Entonces, por eso, junto a un socio, licenciado en administración de empresas y también especialista en coaching organizacional, empezamos a ofrecer estos servicios. Con esta idea de multiplicar efectos y mejorar el clima de trabajo, tomar conciencia del respeto por el medioambiente, de la importancia de la responsabilidad social, a nivel interno, en una organización y también en una sociedad. Y después, como fui aprendiendo en una empresa familiar, he estudiado, he leído libros sobre empresas familiares y creo que puedo hacer también mi aporte. Siempre mirando de crecer en armonía, la empresa y la familia.

– ¿Cómo ha sido el impacto de la pandemia en la zona de San Carlos?

– A nosotros particularmente creo que fue una situación que me llevó a plantear todo esto de lo que estamos hablando. Como le ha pasado a todos, de un día al otro no pudimos trabajar más, no pudimos asistir a la empresa. La recorríamos mi esposo y yo y ahí es como que tomamos conciencia de la importancia de que todos estemos bien como equipo de trabajo, de profundizar la comunicación, la amabilidad, la solidaridad. La veo desde ese punto de vista a la pandemia. Si de alguna manera se puede decir que tuvo un efecto positivo, con el mayor respeto digo esto, es en que pudimos detenernos un tiempo, ver dónde estábamos parados, ver el equipo de trabajo que nos acompañaba y lo importante que era. Entonces, una vez que tuvimos la autorización para seguir trabajando, fuimos todos diferentes. Creo que cada uno tomó conciencia de eso, de la importancia del compañerismo, de la amabilidad con el otro, del respeto, de estar comunicados, de estar viendo qué le pasa al otro. Creo que nos hicimos fuertes en eso, muy fuertes. Y también un poco este planteo mío, de ofrecer mi conocimiento, mi experiencia en otras empresas, para tratar de mejorar el clima de trabajo y ser conscientes de esto, de la importancia de un equipo de trabajo humano, con valores.

 

 

– Entre tus propuestas hay algunas dirigidas a las dependencias del Estado nacional o provincial. Es algo que no suele incluirse dentro de la consultoría. ¿Vos qué estás detectando que puede aportar tu experiencia en esas áreas?

– Yo lo que estoy detectando es dirigido a la industria, que es en el ámbito donde uno está más en contacto con el sector público. Y estoy detectando que el sector público está interactuando mucho con el sector privado. Y, como decía al principio, esto de tener miradas distintas y saber compatibilizarlas, da una fortaleza impresionante, porque uno puede tener una mirada integral sobre un tema. Veo que se puede interactuar muy bien, porque la mirada en el sector público sabemos que es muy diferente a la del sector privado. Pero si se busca un objetivo común, que es en el caso de nosotros, que estoy hablando de industria, apoyar a las industrias, a los emprendedores, justamente, para buscar un desarrollo de la economía regional. Me parece que si trabajamos lo público y lo privado con ese objetivo, se pueden lograr grandes cosas, porque justamente se tendría una visión integral de la necesidad de cada sector y qué herramientas tiene cada sector para contribuir a ese objetivo.

– ¿Y qué efecto tiene este cambio tuyo en relación a la organización de la empresa? ¿Se siente tu apartamiento, tu alejamiento o es algo que se puede manejar de taquito?

 – No. Yo lo planteo como compatible. Sería en el sentido de que no me alejaría de Desinmec, porque es la organización que me enseñó o me formó profesionalmente. Es un poco parte de nosotros, de la familia, porque nuestras hijas han nacido con la empresa. Si les estoy enseñando valores, tiene que ver con esto, con la unidad familiar, con la unidad en la empresa, con el esfuerzo. Lo planteo como caminos que se pueden transitar en forma pareja o a la par. 

*** Lorena Rougier es integrante de la dirección y cofundadora de Desinmec, una empresa de San Carlos, provincia de Santa Fe y también consultora en temas que tienen que ver con coaching organizacional.

 

 

 

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