Temas de Empresa & Familia

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PENSAR LA HERENCIA

¿Se puede planificar una herencia?¿Qué libertad nos otorga la ley para disponer de nuestros bienes?¿Cómo hacer un testamento? Por otra parte, ¿qué ocurre cuando se es un posible heredero? ¿Cómo dialogar con un ser querido sobre el destino de su herencia? ¿Cómo protegerse de un fraude durante una sucesión?» Desde el padre que se aferra a sus bienes para dominar a sus hijos peleados entre sí, al rico empresario que, ya enfermo, deposita su fortuna en una cuenta secreta que ninguno de sus hijos logra ubicar jamás – dice el Dr. Leonardo J. Glikin – he conocido muchas historias desgraciadas, a menudo debido a la mera imprevisión de sus protagonistas». Escrito en un lenguaje claro y fácil, despojado en lo posible de términos legales, Pensar la Herencia aborda los aspectos patrimoniales y humanos de la denominada «planificación sucesoria». A través de fascinantes casos concretos, ofrece un gran panorama de ideas para que cada uno pueda planificar la seguridad de los suyos y la tranquilidad de su propio futuro.

LOS HERMANOS EN LA EMPRESA DE FAMILIA

«Una buena relación entre hermanos significa tener un nexo permanente con un pasado compartido, una intensa conexión afectiva en el presente, y un respaldo en el futuro frente a los avatares de la existencia. Una mala relación entre hermanos significa estar más solos. Si ese es el destino inexorable de los hijos únicos, para quienes tienen hermanos es desperdiciar una oportunidad magnífica que ofrece la vida». Sobre la base de estos conceptos, el autor recorre las diferencias entre los hermanos mayores, los del medio y los menores; la situación de los hermanos con discapacidad y las estrategias para protegerlos; las diferencias de género y su impacto en las relaciones fraternas; las exclusiones que pueden darse a lo largo de la vida y, fundamentalmente, cómo prevenirlas. Con ese marco, se desarrollan en el libro las cuestiones asociadas con el liderazgo, el trabajo en equipo, las maneras de encarar los conflictos y el rol de los hermanos en una etapa clave para la empresa: el traspaso generacional. Como enuncia en el prólogo José María Quirós, para quienes son padres que están integrando a sus hijos a la empresa, este libro representa una verdadera oportunidad para ampliar su mirada. Y para quienes son hermanos, les brinda una perspectiva esclarecedora sobre lo que siente cada uno y sobre cómo la historia los influye de forma diferente.

EXITING

EXITING es el nuevo desafío para los titulares de las empresas de familia, Pymes no familiares y estudios profesionales. Consiste en preparar la salida voluntaria de la empresa – sea total o parcial, o, incluso un cambio de rol – con el objetivo de acrecentar la calidad de vida del empresario. Atrás quedan ideas del tipo: «A mí me van a sacar con los pies para adelante» o «Yo voy a morir con las botas puestas», que condenan a las empresas a una larga agonía y a una importante falta de rumbo. Por el contrario, la práctica del exiting permite comprender que las personas tienen un ciclo de vida diferente al de las organizaciones y que es posible que, en el mismo momento en que decaen el vigor y la concentración de un sujeto, su empresa necesite un impulso aun mayor. El Dr. Leonardo J. Glikin, pionero en la práctica de la Planificación Patrimonial y Sucesoria en los países hispanoparlantes, desarrolla a lo largo de la obra las diferentes alternativas posibles, desde consolidar la empresa a través de un protocolo familiar empresarial, preparar un sucesor, asociar a alguien, hasta profesionalizarla, venderla a familiares o a terceros. Escrito en un lenguaje ameno y conciso, con abundantes casos de la vida real y cuadros explicativos, este libro innovador analiza las resistencias y las motivaciones para el exiting, los aspectos técnicos a ser tenidos en cuenta en las diferentes organizaciones y los mecanismos – psicológicos, administrativos, legales – para que el proceso de preparar la salida permita a su vez consolidar el proyecto empresario o profesional para, así, vivir mejor.

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CAPS Consultores felicita a los nuevos Consultores de Empresa Familiar Certificados ®

 

 

El pasado 8 de marzo, el Instituto Argentino de la Empresa Familiar (IADEF), titular de la marca de Consultor de Empresa Familiar Certificado – CEFC ® otorgó la certificación a los primeros egresados del Programa de Formación, entre quienes se encuentran los profesionales de CAPS Consultores Andreína Tramannoni, Carina Vázquez y Adriana Zamar.

 

Andreína Tramannoni, Carina Vázquez, Adriana Zamar y Liliana Hers

 

A su vez, la Dra. Liliana Hers ha sido designada Consultora de Empresa Familiar Certificada ® en virtud de su trayectoria.

El Director del Registro de Consultores Certificados del IADEF, Dr. Leonardo J. Glikin participó en la entrega de los respectivos diplomas, conjuntamente con la Presidenta del IADEF, Lic. Natalia Christensen.

La marca de Consultor de Empresa Familiar Certificado acredita el cumplimiento de los requisitos de educación, ética y experiencia que marcan un standard de calidad para el ejercicio de la práctica de la consultoría de empresa familiar.

CAPS Consultores es la consultora latinoamericana con más consultores certificados. Al entusiasmo y compromiso personal se suma, en cada caso, una sólida formación y un proceso de educación continua, para lograr el cumplimiento exhaustivo de nuestro principio ético: “el interés del cliente, primero”.

 

 

 

 

 

 

 

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La empresa familiar agropecuaria

 

Las actividades agropecuarias constituyen una de las principales fuentes de riqueza de la Argentina. Conocer las características de las empresas que generan esa riqueza, y poner a disposición  las medidas adecuadas para cuidarlas, son iniciativas fundamentales para un sólido futuro.

            En La Empresa Familiar Agropecuaria, los propietarios de la tierra son miembros de una misma familia que  a su vez se ocupa de su explotación y de los bienes de uso.

Es habitual, en consecuencia, que el trabajo intergeneracional nazca espontáneamente. Los fundadores comparten con sus hijos y a veces, hasta con sus  nietos los devenires de una empresa tan antigua como el hombre mismo: el laboreo de la tierra  para proveer el sustento diario.

            Es esa misma impronta la que marca la voluntad compartida de sus miembros de sostenerla a través de las generaciones venideras.

            Comparten una cultura que los ubica  como miembros de una familia. Muchas veces no se consideran socios ni empresarios, sino  simples productores agropecuarios, aunque indefectiblemente revistan carácter de empresa. 

            Suelen tener una visión simplificada de la gestión de sus actividades, en las que el esfuerzo personal puesto por cada uno está dirigido en la mayoría de los casos a la explotación del campo, con limitada adopción de estructuras formales para organizar sus tareas.

            A ese particular modo organizacional y de funcionamiento se suman otros factores, tales como las diferentes dimensiones territoriales donde están instaladas (pequeñas, medianas. grandes o muy grandes extensiones)  la diversidad de explotación (agrícolas, ganaderas, mixtas)  los cambios de paradigmas bio-tecnológicos, comunicacionales y de mercado en el mundo globalizado.

 

 

            Más allá de las consecuencias que tales cambios pueden tener en la producción, se advierten claramente en los temas específicos de empresa familiar, ya que es necesario prever y prevenir las consecuencias del fallecimiento, la incapacidad o el retiro de un miembro de la familia que resulte propietario de la tierra.

            Por una parte, todos sus herederos van a recibir esa propiedad, pero es posible que no todos ellos participen por igual en la explotación de la tierra.

            Es en ese espacio, de diferenciación entre herederos y sucesores, en el que muchas veces se plantean situaciones de conflicto, que ponen en riesgo la armonía de las relaciones familiares, o la riqueza familiar, ya que sucesivas divisiones pueden generar como resultado explotaciones anti-económicas.          

            En fin: defunciones, divorcios, matrimonios, nacimiento de hijos, son todas circunstancias de la vida que tienen enorme impacto en las empresas familiares agropecuarias, a lo que debemos agregar, como en todo grupo humano, las consecuencias de las rivalidades y competencias entre sus integrantes, lo que muchas veces desencadena desencuentros y conflictos.  

            Claramente, la Empresa Familiar Agropecuaria configura un perfil diverso y complejo, que requiere fundamentalmente la toma de conciencia respecto del particular andamiaje que las estructura, partiendo de la base de uno de sus engranajes fundamentales: sus integrantes

            Preocupados por el momento en que tengan que retirarse de sus puestos de trabajo, inmersos en estrategias de producción que han quedado muy lejos de la vida dura y sacrificada de los fundadores, tratan de comprender las nuevas realidades de los mercados sosteniendo los valores, visiones , misiones y sueños compartidos.

            En la actual realidad del mundo globalizado, las empresas familiares agropecuarias tienen el desafío de incorporar capacitación y tecnología, desde abordajes interdisciplinarios que den respuestas en un contexto global cambiante e incierto.

            Entre otros ítems, la Planificación Patrimonial y Sucesoria, y la preparación de las jóvenes generaciones resultan fundamentales, para evitar conflictos y proteger las fuentes de ingreso y desarrollo familiar.

 

 

*** Sonia Mabel López es abogada, mediadora, consultora de empresa familiar certificada – CEFC (R), referente de CAPS Consultores en el Noroeste de la Provincia de Buenos Aires.

 

 

 

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¿Qué puede fallar en la empresa familiar?

 

¿Qué pasaría si…? es una pregunta que, consciente o inconscientemente, siempre nos hacemos frente a las cuestiones que más nos importan. En definitiva, estamos preguntando por la solidez de nuestros proyectos, de nuestras organizaciones y de nuestro futuro.

Ya habíamos finalizado las reuniones individuales con cada integrante de la pareja fundadora, sus dos hijos, sus tres hijas, el yerno y las dos nueras.

Todos estaban sentados alrededor de una gran mesa, compartiendo el mate. Se percibía una fuerte expectativa.

Era el momento de la devolución del diagnóstico presuntivo inicial, ese momento en el cual nosotros, los consultores, le contamos a la familia lo que pudimos observar a través de las entrevistas individuales y confidenciales con cada miembro de la familia, y, en muchos casos, damos nuestras recomendaciones.

El Fundador rompió el hielo: con una mirada escrutadora, y una media sonrisa, me preguntó: “Y, Doctor, qué puede fallar?…”

Me pareció una pregunta profunda y sincera. En realidad, es la esencia de lo que convoca a las familias empresarias bien avenidas a hacer un diagnóstico.

Porque cuando las cosas están muy mal, cuando la sangre ya llegó al río, aunque igualmente lo llamemos “diagnóstico”, en realidad se trata, en muchos casos, de una autopsia.

En cambio, si las relaciones familiares están preservadas, si, mal que bien, cada cual tiene claro su lugar en la empresa, nuestra función, en esta etapa, es pensar en lo que todavía nadie pensó, pero que, si lo ponemos sobre la mesa, puede ayudarnos a hacer un futuro mejor. Por eso, “qué pasaría si…” o “qué puede fallar…” son preguntas necesarias, para focalizarnos en lo que está a nuestro alcance prever, prevenir y reparar. 

 

 

¿Qué puede fallar?

Podemos diferenciar entre amenazas externas e internas.

Las amenazas externas tienen que ver, generalmente, con la situación política y económica del mundo, del país, de la región, y el impacto en cada empresa es diferente: la elevada inflación, el aumento de la tasa de interés, un conflicto armado, desastres naturales, conflictividad laboral, son todas contingencias que afectan a cada empresa de una manera particular, y normalmente, parte de la función de Dirección de la empresa, consiste en identificar esas situaciones y tomar medidas para protegerse de ellas.

Las amenazas internas son las que afectan a una empresa en particular.

Entre ellas, podemos identificar:

  • Conflicto potencial entre miembros de la familia

A veces está planteada una fuerte contradicción entre padres e hijos, sea por su diferente manera de encarar las situaciones, o por los modos de comunicarse.

  • Falta de estamentos de diálogo y decisión

Suele suceder que cada cual está a cargo de una función determinada, pero no hay un espacio para rendirse cuentas recíprocamente y evaluar la gestión. Por lo tanto, llevándolo al plano musical, sería como si cada miembro de la orquesta tocara una partitura diferente, y no hubiera un Director para coordinar la participación de cada músico.

Esto se convierte, a la corta o a la larga, en una sucesión de reproches, de la que es difícil salir, porque cada cual considera que el otro está haciendo mal las cosas.

  • Falta de sistematización

No hay una descripción de funciones, objetivos y responsabilidades de cada uno.

No hay una descripción de procedimientos.

Por lo tanto, cada cual interviene según su estado de ánimo, inspiración y deseo de protagonismo, sin posibilidad de priorizar el interés de la empresa sobre el interés personal.

 

 

  • Falta de visión compartida 

La visión compartida permite articular las acciones del presente sobre la base de un propósito en común

Por el contrario, la falta de una visión compartida es fuente de enorme desánimo, de desorden y por lo tanto de conflicto entre los miembros de la familia empresaria.

  • Falta de consenso respecto del liderazgo

Sea que el liderazgo va a ser ejercido por un solo sucesor, o por un grupo de sucesores articulados en un Comité ad hoc, lo importante es que el liderazgo esté claro y consensuado.

  • Conflicto respecto de la sucesión patrimonial

A veces, el conflicto se desata en relación a la participación de cada miembro de la familia en la propiedad de la empresa. Puede ocurrir, por ejemplo, que el Fundador decidió que todos los hijos reciban la participación societaria por igual, y alguno de ellos, considerando que ha realizado un mayor esfuerzo a lo largo de la vida, no lo considere justo.

O, al contrario, que el Fundador priorice a alguno de los herederos, y los demás se consideren injustamente relegados.

También puede desarrollarse el conflicto en relación a otros bienes, o a la sensación de alguno/s de ellos, de que otro/s ha sido injustamente favorecido.

Conclusiones

Cada una de las situaciones expuestas en este artículo podría responder perfectamente a la pregunta “qué puede fallar”.

La manera de evitar que el sistema falle, es hacer un diagnóstico profundo y desapasionado de la situación en cada empresa, y en cada familia, para descubrir cuáles son los riesgos, y encontrar la manera de evitarlos.

Como dice León Tolstoi, al comienzo de Anna Karenina: “cada familia feliz se parece a otras familias felices. Cada familia infeliz, es infeliz en su propio estilo”.

 

 

 

 

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