Temas de Empresa & Familia

De 13 a 19: ¿qué hacemos con los chicos?

 

¿Qué tienen en común los chicos de 13 a 19 años? Son demasiado grandes para ser tratados como niños, y demasiado chicos para que se les exija como grandes. Especialmente, si son hijos o nietos de los fundadores de una empresa de familia, porque, tarde o temprano, ellos son la continuidad.

¿Cuál es el programa de formación que más conviene para los jóvenes hijos y nietos de fundadores de empresas de familia?

En gran medida, el programa ideal es aquel que, de una manera o de otra, refleja la mirada y la expectativa de los padres respecto de sus hijos.

En nuestra experiencia, podemos clasificarlos en tres grandes grupos.

 

1.-  «No quiero influir a mis hijos, quiero que tengan un grado de libertad total».

            Este es el modo de pensar de muchos padres que pertenecen a la «Generación X» (nacidos entre1964 – 1980), que fueron muy constreñidos por sus propios padres a hacer lo que era el deseo de sus propios padres.

            Estos padres dicen, como reacción a su propia historia: ¡Libertad Total!.

            La objeción que sugiere este modo de encarar la educación de los hijos, es que, en realidad, si les quitamos información respecto de la empresa de la familia “para no influir en ellos”, en realidad les estamos quitando libertad.

            En efecto: la falta de información impide encarar los asuntos de la vida con un encuadre correcto de las circunstancias, y, por lo tanto, se convierte en una amenaza para la libertad, que llevará a la persona a actuar sobre la base de una percepción incompleta de la realidad.

 

 

2  – “Hay que preparar a los hijos para que ingresen a la empresa”

            El modelo contrapuesto con el anterior, es el de quienes quieren preparar a los hijos para que ingresen a la empresa: cuanto más chiquito es más lo quieren formar para que se haga grande de golpe y pueda entrar a la empresa.

            En muchos casos, este enfoque atenta de tal manera contra la libertad y la vocación de los jóvenes, que se convierte en una amenaza para su crecimiento y su felicidad.

 

3  – “Que los hijos sepan que esta empresa es de ellos, y deben cuidarla, porque es su futuro, pero también su pasado”

             Quienes piensan de este modo pretenden que todos sus hijos entiendan su condición de futuros propietarios de la empresa, para que puedan participar en la toma de buenas decisiones sin que ello los condicione a tener que trabajar en la empresa.

             En la clasificación de Leonardo Glikin*, esta manera de pensar la formación de los hijos responde a los modelos “integrativo” y “representativo”, en los cuales hay una clara diferenciación entre la participación de todos los miembros de la siguiente generación en la propiedad de la empresa, y la decisión de algunos de trabajar en ella, gerenciarla o dirigirla.

 

 

Las Pasantías

             Independientemente de cuál de estos tres modelos refleje el pensamiento de los padres, es necesario centrarnos en los protagonistas, que son los integrantes de la nueva generación.

             Son ellos quienes en cualquier caso se van a beneficiar al contar con información acerca de las condiciones y reglas del juego del mundo del trabajo, para que puedan  entender qué es una empresa y para qué sirve una empresa.

             Este propósito no se logra solo por la lectura de un libro que lo explique, sino que es necesario que puedan experimentarlo, participando de un proceso de aprendizaje realizado en inmersión dentro de la empresa de la familia, o, en algunos casos, en otra empresa donde las condiciones de la experiencia puedan resultar favorables.

             Resulta indispensable respetar, por un lado la vocación del pasante o áreas de interés predominantes, y potenciar el beneficio de armonizarlo con los proyectos de desarrollo empresario.

            Es muy positivo que los jóvenes pasantes reciban una retribución por su tarea, que debe ser graduada desde la menor a la mayor complejidad, según la edad de cada joven en el momento en que encara esta experiencia.

           En algunos casos, los jóvenes recién sistematizarán su participación en la empresa cuando terminen la escuela secundaria. Pero, hasta entonces, es conveniente que haya talleres especiales para que puedan conocer los rasgos fundamentales de la empresa familiar.

Pautas a tener en cuenta

            Para lograr una experiencia exitosa no debe perderse de vista lo siguiente:

–  El respeto por la vocación o áreas de interés de la nueva generación.

–  El reconocimiento de la coincidencia de las áreas de interés de los integrantes de la nueva generación y de la empresa.

 – Que los proyectos de la empresa sirvan como un andamiaje útil para la construcción de los proyectos de desarrollo personal y profesional de los miembros de la nueva generación.

Es de gran importancia que los Pasantes logren información acerca de lo que significa formar parte de la empresa de la familia y lo que ésta les puede ofrecer, para ayudarles a que le encuentren un claro sentido a su posible participación, o eventualmente, a su decisión de no involucrarse con su trabajo personal.

            Por todo lo dicho es tan importante un aprendizaje basado en la experiencia, y esa es, justamente, la fortaleza de las pasantías.

 

EDUARDO LARRIERA es integrante de CAPS Consultores
Consultor Senior Especialista en Psicoterapia y Coaching Mayéutico.
Lic. en Psicología y Coach Profesional Senior por AECOP. Director de Psicodrama Instituto de Psicodrama Jacob Levy Moreno. Postgrado en Análisis Organizacional en EPSO.

 

* Glikin, Leonardo J. “Modelos de Traspaso Generacional

«El traspaso generacional es una experiencia única para cada familia empresaria.
Sin embargo, analizando cómo se desarrolló el proceso en una muestra de 100 empresas argentinas y paraguayas con las que nos tocó trabajar como consultores, hemos podido identificar cinco modelos diferentes de traspaso generacional.
Cada uno de esos modelos tiene su propia lógica, involucra valores que lo diferencian de otros modelos, y condiciones de éxito que debemos conocer, para poder colaborar de la manera más eficiente posible en cada caso.
¿Cuáles son esos modelos? Los hemos denominado: Integrativo, Representativo, Selectivo, Re-fundacional y Transaccional.»

 

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